AFP
Un impuesto extraordinario a las grandes fortunas comenzó a regir este viernes en Argentina, cuya recaudación será destinada a apoyar la lucha contra el Covid-19, otorgar subsidios a la pobreza y ayudas sociales de emergencia.
La ley, aprobada en diciembre pasado, establece una contribución por única vez que gravará en forma progresiva a las personas cuyo patrimonio supere los 200 millones de pesos (2,17 millones de dólares).
Se estima que la ley alcanzará a unos 12.000 ciudadanos en este país con 44 millones de habitantes, 40,9% de ellos bajo la línea de pobreza.
Según la norma, el impuesto aplicará una tasa progresiva de hasta 3,5% sobre los bienes declarados en Argentina y de hasta 5,25% sobre los que se encuentren fuera del país.
Un 20% de la recaudación será destinado a insumos médicos para la pandemia, otro 20% a pequeñas y medianas empresas (Pymes), 15% a desarrollos sociales, 20% a becas estudiantiles y 25% a emprendimientos de gas natural.
Se calcula que la ley, impulsada por la administración del peronista Alberto Fernández, permitirá recaudar unos 3.000 millones de dólares.
La norma fue cuestionada por la oposición, que la consideró “confiscatoria”.
El Senado la aprobó el pasado 4 de diciembre por 42 votos a favor y 26 en contra.
La economía Argentina está en recesión desde 2018 y registra un desempleo del 11,7%. Entre enero y noviembre de 2020, el PIB acumuló una caída de 10,6%, según datos oficiales.