Claudia Sheinbaum, primera presidenta de México en elección “histórica”

La izquierdista Claudia Sheinbaum fue elegida como la primera presidenta de México con una abrumadora ventaja, en una elección calificada de “histórica” por líderes mundiales y por su padrino político, el saliente mandatario Andrés Manuel López Obrador.

Sheinbaum, una científica de 61 años de origen judío, obtuvo entre 58% y 60% de los votos, según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE). El resultado la ubicó unos 32 puntos arriba de su rival de centroderecha Xóchitl Gálvez, que registró entre 26% y 28% de los votos.

“No les voy a fallar”, dijo Sheinbaum a los mexicanos, emocionada y sonriente. López Obrador, el primer presidente de izquierda de México, celebró el triunfo como “un hecho histórico” y confirmó que, tras entregarle el mando el 1 de octubre, dejará la política. “Me voy a retirar con muchísima satisfacción, voy a poder decir cuando le entregue la banda a Claudia, ‘misión cumplida’, y jubilarme”, comentó el mandatario de 70 años. La popularidad de López Obrador, superior al 60%, fue clave en el triunfo de Sheinbaum, según analistas.

El presidente estadounidense Joe Biden felicitó a Sheinbaum “por su elección histórica como la primera mujer presidenta de México”, y expresó su deseo de trabajar con ella “en un espíritu de asociación y amistad”, según un comunicado de la Casa Blanca. La Unión Europea y una lista de mandatarios, incluyendo al ruso Vladimir Putin, al ucraniano Volodimir Zelensky y al brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, también saludaron su elección.

Sheinbaum enfrentará el desafío de contener la violencia del narcotráfico y de género, que cobra la vida de unas 30,000 personas al año. “Nuestra sociedad es violenta, machista, misógina y la doctora Sheinbaum en la presidencia va a poder realmente ayudar a que cambien no solo las leyes, sino la sociedad y la cultura. México no aguanta más violencia”, dijo a la AFP Lol-Kin Castañeda, de 48 años. La nueva presidenta gobernará hasta 2030 la 12ª economía del mundo y tendrá el reto de mantener los programas sociales de su predecesor en un contexto de creciente déficit fiscal.