AFP
El gobierno chileno instalará una base militar en la localidad de Traiguén (sur), zona de conflicto mapuche, tras un atentado que dejó una escuela, una iglesia y un centro médico incendiados, informaron las autoridades el viernes.
Esta es la séptima base de este tipo en la zona de conflicto mapuche, que incluye las regiones del Biobío y La Araucanía, al sur de Chile. Con ellas, las autoridades buscan tener mayor cercanía de las unidades en el lugar y entregar una mejor respuesta ante hechos de violencia.
El anuncio se da tras el ataque incendiario del miércoles pasado, presuntamente cometido por un grupo radical mapuche, que dejó varios inmuebles quemados y un paramédico con lesiones leves tras intentar apagar el fuego en un centro médico.
En el lugar, la Policía encontró un lienzo en el que el grupo radical “Resistencia Mapuche Malleco” se atribuye el ataque, y exige la salida del territorio mapuche de “las instituciones racistas”.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, calificó el ataque como “atentado criminal” y que tiene “características terroristas”.
Traiguén es una localidad de casi 20.000 habitantes, ubicada cerca de la ciudad de Temuco, capital de la región de La Araucanía, donde se asientan gran parte de las comunidades indígenas mapuche, la principal etnia del país.
Grupos radicales han atizado el conflicto mediante la toma de vías o la quema de casas, edificios públicos o maquinaria agrícola y forestal.
El gobierno del izquierdista Gabriel Boric ordenó la militarización de esta región y hace un mes puso en marcha una comisión para “la paz y el entendimiento”, en un nuevo intento por alcanzar un acuerdo con los indígenas.
Una veintena de personas han muerto en los últimos 25 años en medio de la disputa por la tierra que reivindican los mapuches.
Hasta abril, de acuerdo con datos del gobierno, se habían perpetrado 390 ataques este año. En 2022, ocurrieron 1.160 atentados del mismo tipo.