AFP
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viaja al oeste del país este lunes para insistir en la necesidad de luchar contra el cambio climático y apostar a las grandes inversiones verdes, pero también para meterse en la arena política.
El mandatario demócrata visitará California, un bastión de su partido en el que no ha estado desde su elección, para apoyar al gobernador Gavin Newsom, que enfrenta un referéndum que podría costarle el puesto.
Antes, Biden hará una escala en el estado republicano de Idaho para recorrer un centro de coordinación de extinción de incendios, para dirigirse luego a Sacramento, la capital de California. La última parada será en Denver, Colorado, donde prevé hablar sobre sus principales planes de inversión.
La gira debería permitirle al presidente tocar un tema ya familiar: recordar la urgencia de actuar ante el calentamiento global y los desastres asociados, como los incendios forestales y las tormentas.
Biden busca hacer menos vulnerable Estados Unidos a las catástrofes naturales y ecologizar su economía con proyectos de inversión cuyo monto acumulado podría acercarse a los 5 billones de dólares, siempre que el Congreso los apruebe en los próximos meses.
Los incendios forestales han aumentado este verano, especialmente en el occidente del país, incluidos en los estados que visitará Biden.
Hasta el domingo, según el último balance, el Centro Nacional de Bomberos Interagencial contaba 80 grandes incendios activos, incluidos 22 en Idaho, cuyo combate involucra a más de 22.000 bomberos.
Biden, que rompió con el escepticismo de su predecesor republicano Donald Trump sobre el cambio climático, dijo la semana pasada que el mundo enfrenta una “alerta roja” por el peligro del cambio climático, y llamó a la unión, trascendiendo las divisiones partidistas.
– Schwarzenegger –
Pero lejos de estos importantes temas transversales, Biden se pondrá el traje de jefe del Partido Demócrata durante su viaje, apoyando al gobernador de California durante un evento de campaña de último minuto en Long Beach.
Gavin Newsom se enfrenta a un referéndum revocatorio el martes.
Este procedimiento permite a los votantes insatisfechos organizar un referéndum en un intento por derrocar al jefe del estado.
Hace 18 años, una votación similar permitió a Arnold Schwarzenegger conquistar California.
Los californianos votarán si expulsan o no a Newsom, de 53 años, en una elección impulsada por republicanos enojados por la obligatoriedad de usar mascarillas para frenar el covid-19, un alto costo de vida y una falta de vivienda que se dispara en el estado más rico y poblado de la nación.
Newsom, exalcalde de San Francisco elegido gobernador en 2018 y cuyo mandato no termina hasta el próximo año, no arriesga mucho en un estado dominado por los demócratas.
Pero aún así los demócratas se toman la votación en serio, conscientes de que siempre es posible una revocación sorpresa, especialmente si la participación es baja.
Con este referéndum se juega una división que va mucho más allá de California, entre un electorado democrático que apoya el programa progresista y las medidas anticovid de Biden, y un electorado conservador que desconfía de las tendencias intervencionistas de los poderes públicos en cualquier ámbito: salud, economía, educación, costumbres o cambio climático.