AFP
El presidente Joe Biden ordenó prolongar por un año la declaración de emergencia nacional por la “amenaza” que representa la situación en Nicaragua para “la seguridad nacional y la política exterior” de Estados Unidos, informó este jueves la Casa Blanca.
La situación en Nicaragua, gobernada por el mandatario Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, “continúa representando una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”, señala Biden en un decreto.
El presidente cita “la respuesta violenta” a las protestas que comenzaron en abril de 2018, “el continuo desmantelamiento y debilitamiento sistemáticos de las instituciones democráticas y el estado de derecho”, el “uso de la violencia indiscriminada y las tácticas represivas contra los civiles” y la corrupción “que conduce a la desestabilización de la economía”.
Por este motivo, Biden decidió que la emergencia nacional declarada en 2018 siga en vigor una vez que expire el próximo 27 de noviembre.
Las protestas antigubernamentales de 2018, que se prolongaron al menos tres meses con bloqueos de carreteras y enfrentamientos, se saldaron con más de 300 muertos, según la ONU.
El gobierno de Ortega las vinculó con un supuesto golpe de Estado fallido promovido por Washington.
La relación entre Estados Unidos y Ortega, un exguerrillero en el poder desde 2007, es especialmente tensa desde las elecciones nicaragüenses de 2021, consideradas fraudulentas por la comunidad internacional y que se celebraron con los rivales del mandatario presos o en el exilio.
Estados Unidos y la Unión Europea han sancionado al gobierno de Nicaragua por sus medidas contra los opositores, muchos de los cuales fueron detenidos, se vieron obligados a exiliarse o despojados de su nacionalidad. Además Managua ha prohibido más de 3.000 oenegés.