Biden insta a los reguladores a restablecer normas más estrictas para los bancos medianos

AFP

El presidente Joe Biden pidió este jueves a los entes reguladores de Estados Unidos restablecer normas más estrictas para los bancos medianos, con el objetivo de evitar futuras crisis, tras la quiebra del Silicon Valley Bank.

El mandatario demócrata señaló a su predecesor, el republicano Donald Trump, por suavizar las normas para los bancos que disponen de entre 100.000 y 250.000 millones de dólares en activos, e instó a los reguladores a restablecer normas más estrictas, un paso que no requiere el apoyo del Congreso.

El Congreso validó en mayo de 2018, con una amplia mayoría que incluyó tanto a demócratas como a republicanos, el levantamiento de una serie de obligaciones regulatorias y prudenciales impuestas a las entidades de crédito que disponen de entre 50.000 millones y 250.000 millones de dólares en activos.

Estas modificaciones liberaron a los bancos medianos de tener que someterse a “pruebas de estrés”, realizadas por los reguladores para verificar cómo se comporta una empresa en caso de fuertes perturbaciones: un ejercicio creado para determinar si un banco posee suficiente capital y liquidez para resistir a uno o varios choques externos.

Luego de la caída de la banca Silicon Valley Bank, que arrastró a su paso a Signature Bank, ambas en marzo, decenas de congresistas demócratas han pedido el restablecimiento de las disposiciones anuladas en 2018, y presentaron un proyecto de ley en ese sentido.

Sin embargo, las medidas reclamadas el jueves por Biden “podrían tomarse sin modificación legislativa, sin intervención del Congreso”, informó un alto funcionario de la Casa Blanca.

La regulación de los bancos en Estados Unidos depende de tres entidades: el banco central (Fed), la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (Federal Deposit Insurance Corporation – FDIC) y la Oficina del Contralor de la Moneda (Office of the Comptroller of the Currency – OCC).

Pero la Casa Blanca no mencionó directamente a la Fed en su comunicado. La institución, que realiza las “pruebas de estrés” para los bancos, es en teoría independiente del poder ejecutivo.