AFP
El presidente Joe Biden anunció este viernes un acuerdo con Canadá para frenar la migración ilegal en la frontera común, durante su primera visita a su vecino del norte destinada a marcar la renovada amistad entre los dos países.
“Estados Unidos y Canadá trabajarán juntos para desalentar los cruces ilegales por la frontera”, dijo Biden durante un discurso en el parlamento en Ottawa.
Biden saludó además el compromiso de Canadá de acoger a 15,000 migrantes provenientes del continente Americano.
En el trasfondo de este entendimiento, está la cuestión de “Roxham”, una vía de paso irregular por la cual unos 40,000 inmigrantes llegaron desde Estados Unidos a Quebec el año pasado, esquivando así los puntos oficiales de entrada.
Estas llegadas caldearon el ambiente político en Canadá, un país donde este problema es relativamente nuevo, y provocó cierta tensión con Washington.
Ottawa aceptaría recibir a unos 15,000 solicitantes de asilo de América Latina a través de canales legales como terminó de anunciarse. La medida aliviaría la presión en la frontera sur estadounidense.
En enero, las autoridades estadounidenses realizaron más de 128,000 arrestos por intentos de ingresar ilegalmente a territorio nacional desde México.
Joe Biden fue aplaudido en varias ocasiones durante su discurso, sobre todo al mencionar el compromiso de ambos países en su apoyo a Ucrania.
También declaró en la rueda de prensa conjunta con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que “hasta ahora” Pekín no ha entregado armas a Moscú, pese a los temores expresados por países Occidentales.
“No quiere decir que no lo harán, pero no lo han hecho aún”, afirmó.
“No tomo a China a la ligera. No tomo a Rusia a la ligera”, sostuvo Biden al tiempo que estimó que las informaciones que daban cuenta de un acercamiento entre esos dos países -tras una cumbre entre los presidentes Xi Jinping de China y Vladimir Putin de Rusia esta semana- probablemente fueron “exageradas”.
Los gobiernos de Washington y Ottawa están entre los mayores proveedores de apoyo a Ucrania luego de la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero de 2022.
-“Amigo” –
“Es un gran placer tener a un gran amigo aquí”, lanzó Trudeau, antes de una reunión bilateral en el propio Parlamento.
Estados Unidos y Canadá, son “dos pueblos” que comparten un “mismo corazón”, y “en caso de desacuerdo” resuelven sus problemas “con amistad y buena voluntad”, señaló.
La relación entre Washington y Ottawa es infinitamente más cordial que durante la presidencia del republicano Donald Trump, pero hay algunos puntos conflictivos.
– Agenda internacional –
El gasto militar también estuvo en la agenda bilateral, en momentos en que Washington presiona por un esfuerzo de los miembros de la OTAN en medio de la guerra en Ucrania y las crecientes tensiones con China.
Ottawa está lejos de dedicar el 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) al gasto militar, el umbral fijado para los países de la alianza atlántica.
En particular, está sobre la mesa la modernización del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (Norad).
Biden, se refirió también a los ataques estadounidenses en Siria el día anterior, en los que murieron combatientes proiraníes.
“No se equivoquen, Estados Unidos no busca un conflicto con Irán, pero está preparado para actuar con fuerza para proteger a su pueblo”, dijo en la conferencia conjunta.
Por otra parte, la economía es un tema ineludible para estos dos países muy integrados y socios con México en el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC).
– Comercio –
Trudeau también buscó avanzar sus fichas en el terreno económico.
“Continuaremos trabajando juntos para crear empleos, construir economías y sociedades más sanas y más sostenibles”, dijo el mandatario canadiense.
Biden ha adoptado un enorme plan de subvenciones para la transición energética, la “Ley de Reducción de la Inflación” (IRA), destinada a apoyar la producción y el desarrollo de tecnologías en suelo estadounidense.
Los principales socios comerciales de Estados Unidos temen que este giro reduzca sus ventas.