AFP
Bélgica decidió este viernes el cierre de comercios no esenciales y adoptó restricciones “más severas” para frenar la segunda ola en el país en el mundo en que el covid-19 circula con mayor intensidad, anunció el primer ministro belga.
El primer ministro Alexander De Croo detalló en una rueda de prensa estas restricciones que durarán “al menos un mes y medio” y que comportarán la obligatoriedad del teletrabajo en todas aquellas empresas en las que sea posible, así como el cierre de tiendas no esenciales.
“Nuestro país se encuentra en un estado de urgencia sanitaria. La presión en los hospitales es inmensa y el personal sanitario hace unos esfuerzos sobrehumanos cada día para salvar vidas”, aseguró De Croo (centro-derecha) para justificar este “confinamiento más severo”.
El jefe del ejecutivo también anunció que en un domicilio privado solo se podrá invitar a una persona que no resida en él y en el exterior podrán pasearse cuatro personas, pero respetando el distanciamiento social.
Entre finales de octubre y “mediados de noviembre, habrá 2.800 personas en los cuidados intensivos”, aseguró el dirigente liberal sobre la difícil situación en un país que ya cuenta con más personas hospitalizadas por el covid-19 que en primavera.
Bélgica, con 11,5 millones de habitantes, tenía el viernes 6.187 enfermos por el coronavirus hospitalizados, 1.057 de ellos en los cuidados intensivos.
El gobierno belga ya había impuesto a mediados de octubre el cierre de bares y restaurantes, la recomendación del teletrabajo y un toque de queda entre medianoche y las cinco de la mañana.
Bélgica registró esta semana más de 100.000 casos del covid-19, lo que lo convirtió en el país en el mundo donde la pandemia circula con mayor intensidad según los datos oficiales.