La presidenta de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) destacó en el programa Diálogo21 la creación en 2018 de un centro de monitoreo de agresiones contra periodistas, destinado a recopilar indicadores sobre la situación de la prensa en el país.
Según ella, aunque las vulneraciones a la prensa no son un fenómeno nuevo, se ha observado un preocupante aumento de casos en los últimos años.
Sergio Arauz, directivo de la APES, ofreció un análisis histórico en Diálogo21, recordando que tras la firma de los Acuerdos de Paz, El Salvador experimentó un resurgimiento de la libertad de expresión. “Después de la guerra, se permitió un ejercicio más pleno de la libertad de expresión, en contraste con el régimen de excepción y la suspensión de garantías constitucionales que prevalecieron durante el conflicto armado”, afirmó Arauz.
En 2018, la APES registró 65 vulneraciones contra periodistas, perpetradas mayoritariamente por el crimen organizado, pandillas, narcotráfico y algunos funcionarios gubernamentales. Sin embargo, la presidenta de la APES indicó que en 2023 la cifra se disparó a 311 casos, y en 2024, durante el evento electoral, ya se habían registrado 322 afectaciones, lo que refleja una escalada abismal en los ataques a la libertad de prensa.
Arauz subrayó que tras la paz, el país entró en un periodo democrático en el que surgieron periodistas dedicados a fiscalizar al gobierno. Sin embargo, el auge de las redes sociales y los medios digitales ha transformado el ecosistema informativo, creando un ambiente de temor entre quienes ejercen la labor periodística.
Este panorama plantea un desafío significativo para la prensa en El Salvador, que sigue luchando por mantener su función crítica en un entorno cada vez más hostil y peligroso para el ejercicio de la libertad de expresión.