Alta aprobación al gobierno de Bukele, pero crece preocupación por economía, según analista

Por: Saraí Escobar

Una encuesta reciente de la Universidad Centroamericana (UCA) revela que el gobierno del presidente Nayib Bukele mantiene una alta aprobación, con una calificación de 7.85 sobre 10 en diferentes áreas. La seguridad es el logro más valorado, con un 75.2 % de los encuestados considerándola la principal prioridad atendida.

Sin embargo, la economía se perfila como una preocupación creciente. Mientras el 40.2 % percibe una mejora económica general en el país, solo el 32.9 % siente que su situación familiar ha mejorado.

Para el analista Aldo Álvarez, este cambio responde a la situación real que viven los salvadoreños. “La mayoría de personas proyecta su realidad económica personal al responder encuestas. Su opinión está marcada por su condición de vida”, explicó. En ese sentido, asegura que los problemas relacionados con el costo de vida, el empleo y la economía familiar están cobrando mayor importancia para la ciudadanía.

No obstante, los datos de la encuesta reflejan que el respaldo al gobierno del presidente Nayib Bukele sigue siendo alto. El analista Walter Fagoaga interpreta esta tendencia como una señal de la legitimidad que aún conserva el Ejecutivo. “La calificación sigue siendo positiva, alta, y manifiesta el aspecto popular y la validación de la fuerza del Ejecutivo como gobierno”, comentó.

En cuanto al régimen de excepción, Fagoaga considera que tuvo un valor significativo; sin embargo, también es importante prestar atención a las denuncias que se han señalado en su aplicación.

Ambos analistas coincidieron en señalar una crisis en los partidos políticos, incluidos el oficialismo y los demás partidos, que no han logrado reconstruir la confianza ciudadana. “Los partidos siguen en crisis. Esa crisis no ha sido superada, ni siquiera por el partido que gobierna actualmente”, señaló Fagoaga.

Respecto a la actual concentración de poder político, el analista fue claro: “No considero que el unipartidismo sea sano para una democracia”. Fagoaga agregó que, cuando un modelo no ofrece respuestas, debe ser repensado: “La falta de desarrollo local afectará principalmente a las comunidades más pobres”.