AFP
Tras años de procesos, la justicia alemana ha dado luz verde este martes a la construcción del mayor túnel submarino carretero y ferroviario del mundo, el Fehmarnbelt, que unirá Dinamarca y Alemania.
La infraestructura, de casi 18 kilómetros de largo, conectará a partir de 2029 las islas danesas de Lolland-Falster (sur de Copenhague) con la región alemana de Schleswig-Holstein, pasando por debajo del mar Báltico.
Con el inicio de las obras en la parte danesa previsto para el 1 de enero de 2021, en Alemania los trabajos estaban suspendidos desde hace años por numerosos recursos judiciales.
Los opositores de este proyecto forman un grupo heterogéneo de ecologistas, que temen la destrucción de la flora y la fauna del entorno, y compañías de ferris, que veían con malos ojos esta competencia potencial a su negocio.
El más alto tribunal administrativo alemán rechazó el martes sin embargo sus argumentos, ya que consideró que no existía ningún riesgo o degradación importante ni para el transporte marítimo ni para la naturaleza.
Solo un fallo contrario del Tribunal de justicia de la Unión Europea en Luxemburgo (TJUE), que se pronunciará sobre el tema en noviembre, podría frenar el proyecto.
Tras su evebtual inauguración en 2029, el túnel permitirá unir Alemania con Dinamarca en 10 minutos en coche y 7 en tren, en lugar de la hora que tarda el ferri en cruzar el estrecho de Fehmarn Belt.
El proyecto, firmado entre ambos países en 2008, tiene un coste global estimado en cerca de 8 mil millones de euros. Financiado por un lado por Dinamarca y por el otro por Europa, será de pago para sus usuarios.