AFP
El gobierno alemán adoptó este miércoles oficialmente la suspensión en 2021 de sus reglas de disciplina presupuestaria incluidas en la Constitución, después de haberlo hecho ya para 2020, y va tener que recurrir a los préstamos por segundo año consecutivo, frente al impacto delia de covid-19.
“En 2020 y 2021, estaremos obligados a pedir al Bundestag (parlamento) que nos autorice a tomar prestada una cifra especialmente elevada”, dijo el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, este miércoles tras la adopción en el consejo de ministros del proyecto de presupuesto 2021.
Berlín va a contraer 96.200 millones de euros (112.480 millones de dólares) de nueva deuda en 2021, tras el monto récord de 217.800 millones de euros (253.000 millones de dólares) asumidos en 2020, lo cual implica abandonar por segundo año consecutivo este rigor que tanto caracteriza a las finanzas alemanas.
El “freno al endeudamiento”, inscrito en la Constitución alemana desde 2011, prohíbe al gobierno federal tomar prestado cada año más del 0,35% de su PIB.
Sin embargo, el ejecutivo puede, en circunstancias excepcionales, pedirle autorización a la cámara de diputados para superar ese límite.
“A partir de 2022 volveremos a respetar estas reglas de endeudamiento”, aseguró el ministro, argumentando que en este momento de crisis “no se puede economizar”.
En marzo, Berlín tuvo que salir al rescate de su economía debido al efecto funesto de la pandemia de coronavirus. Las autoridades alemanas desbloquearon más de 1 billón de euros (1,17 billones de dólares) de ayudas a las empresas y prolongaron este sistema hasta agosto, vista la dureza de la crisis.
El país también puso en marcha un plan de recuperación, denominado plan de inversiones “de futuro”, por un monto de 130.000 millones de euros (152.000 millones de dólares).
El proyecto de presupuesto será presentado ahora ante el parlamento alemán para que sea definitivamente adoptado. El gobierno estima que el PIB retrocederá este año un 5,8% y prevé un crecimiento de 4,4% para 2021.