Es un abuelito que asegura tener 108 dorados años de edad. Dice que no cuenta con documentos de identidad, pero aún recuerda su fecha de nacimiento. Vive en las penumbras desde que era un niño, y sufre el látigo del abandono.
Es un abuelito que asegura tener 108 dorados años de edad. Dice que no cuenta con documentos de identidad, pero aún recuerda su fecha de nacimiento. Vive en las penumbras desde que era un niño, y sufre el látigo del abandono.