Josh Heaton asegura que casi “inmediatamente” después de haber votado por Donald Trump en 2016 se arrepintió. Este republicano de toda la vida apoya ahora a Joe Biden para enmendar lo que considera que fue un error.
Vive en Arizona (suroeste), un estado que será decisivo en las elecciones de Estados Unidos y que atraviesa cambios demográficos importantes que tienden a favorecer al Partido Demócrata –como un crecimiento acelerado de áreas urbanas, una mayor presencia de votantes jóvenes con educación universitaria, así como una robusta comunidad latina– pero además tiene muchos conservadores moderados que, como él, optarán por dar la espalda al partido.
En 2016 “sentía que no teníamos buenas opciones” y “la verdad es que hasta que voté no sabía por quién iba a hacerlo… Y me arrepentí inmediatamente después”, explica a la AFP este ingeniero de 43 años en su casa en un suburbio de Phoenix.
“Tenía esperanzas de que tal vez al convertirse en presidente sería más presidencial, pero no fue el caso”, añade Heaton, que se define como un hombre “de valores, religioso, conservador” y critica de Trump el manejo de la pandemia, su política fiscal poco conservadora, pero sobre todo “su narcisismo, sus mentiras, su trampa”.
Por eso “voté por Joe Biden y no solo eso, voté por cada demócrata en la boleta, algo que nunca hice antes”.
– “No es Bernie Sanders” –
Según las encuestas, Biden y Trump están cabeza con cabeza en Arizona, que no ha votado a ningún demócrata a la presidencia desde que Bill Clinton consiguió la reelección en 1996.
Ambas campañas han invertido enormes sumas de dinero en este estado crucial, principalmente para Trump, que lo ganó en 2016 por menos de 100.000 votos y este lunes hizo su segunda visita en solo un mes.
“Creo que el presidente Trump tiene más que perder”, indica Gina Woodall, profesora de la escuela de Política de la Universidad del Estado de Arizona. “Si pierde Arizona, será mucho más difícil (…) llegar a los 270” votos en el colegio electoral para ganar la presidencia.
Arizona, de 7 millones de habitantes, entrega 11 votos en el colegio electoral.
El elector promedio, republicano o demócrata, tiende a ser más moderado en Arizona y “está cansado del comportamiento del presidente y la retórica de su campaña”, según Woodall, que ve esta elección como “un referéndum al presidente, sobre su comportamiento, sus políticas” sobre todo después de la pandemia.
Aunque hay más republicanos registrados en este estado y los independientes tienden a votar rojo, los demócratas están “dirigiendo más eficazmente sus mensajes para alinearse con los votantes moderados”, apunta por su parte Samara Klar, profesora de la escuela de Gobierno de la Universidad de Arizona.
Heaton, que por 20 años ha votado a los candidatos republicanos hasta ahora, considera que su antiguo partido se ha convertido en una “especie de culto” a Trump y cree que “Biden sería mejor presidente”. “Es mucho más de centro. ¿Puede que tienda a ser más de izquierda? Quizás, pero no es extremista, no es Bernie Sanders”.
– “Mayoría” silenciosa –
Como muchos estados, Arizona comenzó a votar semanas antes del 3 de noviembre, día oficial de la elección.
Normalmente la gente lo hace por correo, pero en medio de tantas informaciones cruzadas sobre su fiabilidad, muchos han optado por depositar el voto directamente en los centros electorales ya abiertos.
“¡Parece que fuera el día de la elección!”, acierta a decir Kathleen McGovern, de 71 años, sosteniendo el sobre verde que contenía su sufragio por Biden. “Siempre he sido demócrata, pero tengo muchos amigos republicanos, que me han confesado que cambiarán su voto” en esta elección, “pero tienen miedo de decirlo”.
Es el caso de Heaton, que por mucho tiempo calló pensando ser parte de una “minoría” de arrepentidos, pero ahora cree que puede ser una “mayoría” silenciosa.
En el frente de su casa, ya adornada para el Halloween, dos pancartas reposan sobre el pasto: “Unidad sobre la división”, dice una, y en la otra: “Republicanos de Arizona por Biden”, que es el grupo político al que pertenece junto con su esposa Emily.
Sus miembros suelen hacer campaña en las calzadas de grandes avenidas. Desde los autos, bocinas en apoyo y en rechazo, abucheos por parte de los seguidores de Trump, que también se movilizan con pancartas y caravanas de camionetas ondeando inmensas banderas de Estados Unidos y de su campaña.
Heaton espera algún día volver a votar por los republicanos,