AFP
Ha sido una relación paternal. El ‘padre’ estiró la mano siempre que el ‘hijo’ resbaló. En el juego 50 de Tite con Brasil, que se complicaba ante un aguerrido Perú, Neymar dio una nueva alegría a su técnico y fortaleció un binomio que hace soñar con el sexto título mundial.
El carismático e inalterable Adenor Leonardo Bachi (‘Tite’) se vio desencajado durante pasajes del encuentro contra los incas la noche del martes en Lima. Su rostro, sudoroso, parecía encomendarse a los medallones religiosos que colgaban de su cuello.
Hasta que el milagro se hizo terrenal y el crac de la ‘verde-amarela’ desenfundó su poderío ofensivo para encaminar a la ‘Canarinha’ a la punta del clasificatorio sudamericano hacia Catar-2022, con seis puntos en dos salidas.
Fueron tres anotaciones, dos de penal, para darle la victoria (4-2) a Brasil y de paso superar a Ronaldo como segundo máximo artillero de la ‘Selecao’, con 64 goles, dos más que el Fenómeno.
“Fue un juego muy difícil, ellos son un equipo muy aguerrido”, explicó ‘Ney’, quien alcanzó el registro con cinco juegos más (103) que el ex Real Madrid.
“Logramos sobreponernos a las adversidades”, agregó.
– Resiliencia –
Adversidades es la palabra clave en la relación de la dupla Tite-Neymar. El entrenador asumió en 2016 tras la debacle en la Copa América de ese año bajo el mando de Dunga. Y la exitosa carrera del astro del PSG se ha visto opacada por lesiones, sanciones y escándalos fuera y dentro de la cancha.
Sin embargo, el 10 está a trece goles de alcanzar al rey Pelé en la punta de artilleros de la selección brasileña. Una cifra asequible para un joven de 28 años que, además, cuenta con el respaldo irrestricto del comandante del barco, quien ha apoyado públicamente a su estrella en los momentos de dificultad.
Tite abogó por la presunción de inocencia de ‘Ney’ cuando lo acusaron de violación el año pasado, una denuncia finalmente archivada, y lo acompañó en una rueda de prensa, en noviembre de 2017, cuando se rumoraba sin tregua de su mala relación con el delantero uruguayo Edinson Cavani y el extécnico del PSG Unai Emery.
También le envió mensajes de apoyo cada vez que alguna dolencia física lo marginó de las canchas. Y hasta tuvo la mano firme, quizás en un acto de padre que busca enderezar a su hijo, para retirarle la banda de capitán para la Copa América de Brasil-2019, que el atacante se perdió por lesión.
“Neymar tiene imprevisibilidad, es arco y flecha: asiste y finaliza. Es cada vez mejor y con un grado de madurez cada vez mayor”, dijo un agradecido Tite al término del partido con Perú.
– Futuro esperanzador –
El 10 le responde con sonrisas. En el medio centenar de choques en los que Tite ha estado en el banquillo de Brasil, desde que se estrenó en septiembre de 2016 con victoria 3-0 ante Ecuador en Quito, Neymar ha jugado 36 veces y anotado 18 goles en duelos amistosos, de eliminatoria o en el Mundial de Rusia-2018.
Siempre que marcó, su equipo terminó invicto: 15 victorias y un empate.
“Neymar es un jugador al que buscamos dar la bola en el sector más importante de la cancha, cerca a los volantes rivales, porque ahí él es creativo, tiene drible. No dribla por malabarismo, lo hace para ir por el gol, para desequilibrar”, apuntó el DT.
Tite tiene una efectividad del 78,8% al mando de Brasil. Ganó 36 partidos, empató diez y perdió cuatro: tres amistosos, dos contra Argentina y uno contra Perú, y con Bélgica en cuartos de final de Rusia. Anotó 109 goles y encajó 19. En su vitrina, por ahora, el único título es la Copa América del año pasado, sin Neymar.
El peor rendimiento de su ‘Canarinha’ siguió al triunfo americano y coincidió con la baja del 10. Tras el torneo continental, antes del reinicio del premundial, Brasil disputó seis partidos amistosos y solamente obtuvo un triunfo (Corea del Sur), además de tres empates y dos caídas.
“Ahora es un nuevo comienzo, porque hubo una pandemia, una parada larga, y la selección se está reencontrando y retomando su estilo”, señala a AFP Renata Mendonca, cofundadora del portal deportivo Dibradoras y comentarista de SporTV.
“La continuidad del trabajo después de 2018 fue importante porque, entiendo, eso puede rendir frutos, puede hacer que Brasil llegue más ‘listo’ para, quién sabe, conquistar el título en Catar”, concluyó.