La aprobación del escalafón salarial en los sectores de salud y educación generó un amplio debate en el programa Diálogo 21. Los panelistas analizaron los efectos presupuestarios y las implicaciones laborales de esta medida económica clave para el país.
Andrés Espinoza consideró que la reducción del techo presupuestario para el escalafón en salud era una decisión necesaria, pero destacó que su aprobación por parte de la Asamblea Legislativa es un avance significativo.
“Es positivo que los diputados hayan aprobado el escalafón tanto para salud como para educación, aunque se haya reducido el presupuesto asignado”, comentó Espinoza.
#Diálogo21 | Juan Maldonado analizó "el hecho de no haber tenido una aprobación del presupuesto tan rápida como se pensaba, aun teniendo la bancada de Nuevas Ideas con mayoría, lo que pudo haber facilitado la aprobación y tener a los ministros cercanos". pic.twitter.com/6AlMBAkYZ2
— Diálogo – GMV (@dialogo21) December 19, 2024
Por su parte, el analista Juan Contreras destacó que “toda reducción presupuestaria es buena”, en referencia al recorte de fondos para la Asamblea y otras instituciones. Sin embargo, enfatizó la importancia de una evaluación exhaustiva en caso de supresión de plazas laborales. “Si se dan despidos, deben evaluarse los puestos que serán eliminados para asegurar que estas decisiones sean justas y efectivas”, añadió Contreras.
Además, los analistas coincidieron en que es alentador que el país ya cuente con un presupuesto para 2025, pero recalcaron que la eficiente utilización de los fondos será crucial para garantizar el desarrollo y estabilidad económica.
El analista Juan Maldonado agregó una perspectiva histórica al debate. “Desde hace décadas, en diferentes plataformas de gobierno, el eje central ha sido el poder económico como clave del poder social. Quien asigna el poder económico dirige los procesos y decisiones gubernamentales”, aseguró Maldonado. Además, hizo énfasis en la relevancia de iniciativas económicas recientes, como la promoción del turismo, la inversión extranjera y la modificación de la obligatoriedad del uso de bitcoin. “Estas acciones reflejan una apuesta por dinamizar la economía nacional”, concluyó.
Espinoza también abordó las incertidumbres que rodean el presupuesto y los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional. “Es positivo que tengamos un presupuesto y un acuerdo con el FMI, pero me preocupa que reducir el déficit se interprete como despidos de personal. En las condiciones actuales de El Salvador, esto es alarmante”, señaló.
Los expertos del panel coincidieron en que el reto principal será balancear la eficiencia fiscal con la estabilidad laboral y social, mientras se trabaja para implementar estrategias económicas que impulsen el desarrollo integral del país.