El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció este martes que su gabinete de seguridad discutirá un cese al fuego con el movimiento Hezbolá en Líbano, tras dos meses de enfrentamientos. El alto el fuego, según Netanyahu, permitirá a Israel concentrarse en la amenaza iraní y en la situación en Gaza. Sin embargo, aclaró que Israel mantendrá su libertad de acción en caso de que Hezbolá viole el acuerdo.
La propuesta de tregua llega en medio de intensas presiones internacionales por parte de Estados Unidos, la Unión Europea, Naciones Unidas y el G7. Según el medio estadounidense Axios, el acuerdo, basado en un proyecto mediado por Washington, prevé una tregua de 60 días para facilitar la retirada de Hezbolá y el ejército israelí del sur del Líbano, permitiendo el despliegue del ejército libanés bajo la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU.
En paralelo, el primer ministro libanés, Nayib Mikati, pidió a la comunidad internacional actuar rápidamente para implementar el alto el fuego tras un día de violentos bombardeos israelíes en Beirut que dejaron al menos 10 muertos y múltiples desplazados. Desde el inicio del conflicto, casi 3,800 personas han muerto en Líbano y cerca de 900,000 han sido desplazadas, según cifras de la ONU.
Continúan ataques en Gaza
Mientras tanto, en la sitiada Franja de Gaza, Israel mantiene sus bombardeos en represalia por el ataque de Hamás del 7 de octubre, que dejó 1,207 muertos en Israel. Este martes, al menos 22 personas murieron en Gaza debido a los ataques israelíes, según la Defensa Civil. En total, la ofensiva en Gaza ha provocado la muerte de más de 44,000 personas, según el Ministerio de Salud del territorio, con miles de desplazados enfrentando las duras condiciones del invierno.
La comunidad internacional sigue de cerca la posibilidad de que el cese al fuego en Líbano ayude a frenar la escalada en Gaza. Sin embargo, la situación en ambos territorios sigue siendo crítica, con altos niveles de destrucción, desplazamiento y pérdida de vidas.