El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha advertido a Israel de que la ofensiva prevista en el sur de Gaza debe evitar el desplazamiento masivo de civiles que se produjo durante el los bombardeos del norte del territorio palestino, informaron funcionarios estadounidenses.
Israel tiene previsto continuar la guerra contra el grupo islamista palestino Hamás una vez que expire la tregua actual, pero altos cargos del gobierno estadounidense han declarado a periodistas que la próxima ofensiva debe evitar atacar refugios de la ONU, hospitales y centrales eléctricas y de suministro de agua.
“No se puede repetir en el sur el tipo de desplazamiento que se produjo en el norte”, declaró un funcionario estadounidense a los periodistas a última hora del lunes, con la condición de que la información no se divulgara hasta el martes.
“Es muy importante que cuando la campaña israelí se desplace al sur se haga de forma que, en la medida de lo posible, no esté concebida para producir nuevos desplazamientos significativos de personas”, avisó.
El funcionario añadió que el presidente y su equipo se lo han transmitido “de una manera muy clara” al gobierno israelí y que éste se ha mostrado “receptivo” a las advertencias.
Se calcula que 1,7 millones de personas de Gaza se han visto desplazadas por la ofensiva que Israel lanzó en respuesta a los ataques del 7 de octubre de Hamás, según la ONU.
Israel afirma que 1.200 personas murieron y unas 250 fueron secuestradas en los ataques.
La operación de represalia terrestre y aérea en la Franja de Gaza ha causado la muerte de casi 15.000 personas, en su mayoría civiles, según el gobierno de Hamás en el territorio.
El martes comienzan a llegar a Egipto tres vuelos militares estadounidenses con ayuda para Gaza, y Washington ha declarado que está intentando hacer llegar la mayor cantidad posible de víveres y bienes durante la tregua.
El gobierno de Biden ha respaldado firmemente a Israel, aliado de Estados Unidos, pero ha expresado su malestar por la cantidad de víctimas civiles.