AFP
China continental (dirigida por el Partido Comunista) y la isla de Taiwán (refugio del ejército nacionalista chino tras la guerra civil en 1949) están administrados por dos regímenes diferentes desde hace más de 70 años.
Pero Pekín considera el territorio insular como parte de China. Y por ello se opone a cualquier visita de dirigentes extranjeros a Taipéi, que pueden dar legitimidad a las autoridades taiwanesas.
La visita la semana pasada del subsecretario de Estado estadounidense para el Crecimiento Económico, Energía y Medioambiente, Keith Trach, generó el enfado de las autoridades chinas.
Y este lunes el ministerio chino volvió a criticar esta visita, amenazando con represalias a Washington, aunque sin más precisiones.
“Estados Unidos está advertido, la independencia de Taiwán no es una vía, las connivencias y el apoyo a la independencia de Taiwán están condenados al fracaso” dijo ante la prensa un portavoz de la diplomacia china, Wang Wenbin, quien agregó que su país “tomará las medidas de represalia apropiadas”.