AFP
Un nuevo estallido de violencia en una cárcel de Ecuador dejó al menos 31 reclusos muertos y 14 heridos, entre ellos un policía, informó este martes la Fiscalía tras cuatro días de enfrentamientos en la penitenciaría de Guayaquil (suroeste).
“Se eleva a 31 el número de fallecidos y a 14 el de heridos tras los enfrentamientos registrados desde el sábado al interior de la Penitenciaria del Litoral, en Guayaquil”, señaló la Fiscalía en la red social Twitter, ahora X.
El organismo que administra las prisiones, había reportado el sábado “tres heridos leves” por un incidente en esa cárcel, también conocida como Guayas 1.
Para el domingo, la entidad confirmó un enfrentamiento entre bandas criminales vinculadas al narcotráfico e informó de seis muertos y 11 heridos.
Afuera de la cárcel un centenar de familiares clamaba por información este martes. Algunos llevaban globos blancos con la leyenda “Queremos paz”.
“Los reos no les interesan (a las autoridades), como que ellos son ratas. ¡Ellos son seres humanos!”, comentó indignada a la AFP una mujer que buscaba a su esposo y que pidió omitir su nombre por seguridad.
Su temor es que los reclusos sean cambiados de celda o de prisión, lo que en el pasado ha desatado choques violentos en los centros penitenciarios.
Desde febrero de 2021, las prisiones ecuatorianas son escenarios recurrentes de matanzas que hasta ahora dejan más de 420 reclusos asesinados y una estela de terror con cuerpos decapitados e incinerados.
“No queremos traslados, no queremos más muertes”, expresó.
– Guardias liberados –
Este martes un contingente de 2700 uniformados, entre militares y policías, ingresaron a la penitenciaría para retomar el control. La intervención se dio en el marco de un estado de excepción declarado en todo el sistema penitenciario por 60 días y que fue anunciado este martes.
“Se ha podido intervenir para dar tranquilidad, para recuperar gobernanza”, señaló el director general del SNAI, Guillermo Rodríguez, en declaraciones a la prensa.
En imágenes difundidas por el presidente Guillermo Lasso en redes sociales, se ven uniformados fuertemente armados que custodian a decenas de presos en un patio. Los reclusos aparecen con el torso desnudo, unos sentados y otros acostados boca abajo, y con las manos atadas.
“El Estado pone orden en la Penitenciaria del Litoral porque la fuerza coercitiva jamás se doblegará”, escribió el gobernante.
A raíz del enfrentamiento en la cárcel Guayas 1, decenas de guías penitenciarios fueron retenidos en cinco prisiones y reclusos de 13 centros iniciaron una huelga de hambre. De acuerdo con el SNAI, que no precisó el total de guardias que permanecían encerrados en las cárceles, 106 fueron liberados.
En principio, el organismo había reportado 96 funcionarios retenidos.
– Fusiles y lanzagranadas –
El documento del estado de excepción en el sistema penitenciario relata el horror de los enfrentamientos del domingo. Ese día hubo un “incendio”, el “uso de armas de fuego” y la “decapitación de una persona privada de la libertad”.
En medio de la intervención militar, los uniformados hallaron nueve fusiles, un lanzagranadas, cuatro pistolas, dos revólveres y 1.000 municiones.
El Observatorio de Prisiones, una red de académicos e investigadores, denunció en Twitter, ahora X, que “los internos están sin comer y sin agua más de tres días”.
“La militarización de las prisiones no es otra cosa que hacer del sufrimiento humano un espectáculo político”, agregó la organización que busca la defensa de los derechos humanos para los reclusos.
Un reciente censo estableció que en las 36 cárceles locales, con capacidad para unas 30.000 personas, hay una población de 31.321 presos. La mayoría detenidos por narcotráfico.
En el país hay apenas 2.897 guardias penitenciarios, que trabajan por turnos.
Un comité de pacificación creado por el gobierno de Lasso tildó el año pasado a las cárceles ecuatorianas de “bodegas de seres humanos y centros de tortura”.
Ubicado entre Colombia y Perú, los principales productores mundiales de cocaína, Ecuador lleva decomisadas 455 toneladas de drogas desde que Lasso asumió, en mayo de 2021. Ese año se registró el récord anual de incautaciones de estupefacientes, unas 210 toneladas.