AFP
Donald Trump puso en peligro la “seguridad nacional” de Estados Unidos al quedarse con documentos confidenciales, algunos de ellos con secretos nucleares, tras abandonar la Casa Blanca, según documentos judiciales divulgados el viernes.
El expresidente republicano, que aspira a un segundo mandato el año próximo, enfrenta 37 cargos, como “retención ilegal de información de seguridad nacional” y “obstrucción a la justicia”, según el acta de acusación.
También se le acusa de falso testimonio y de connivencia con su asistente personal Walt Nauta -también procesado- para ocultar documentos solicitados por el FBI.
Trump anunció el jueves haber sido imputado por la justicia federal por la forma en la que gestionó los archivos de la Casa Blanca, algo inédito para un expresidente. Está citado a comparecer ante un tribunal de Miami el martes.
“Soy inocente”, clamó y dijo ser víctima de una maniobra de sus adversarios demócratas.
El presidente demócrata Joe Biden, también en la carrera para las elecciones de 2024, aseguró este viernes que no trató el asunto con el fiscal general, Merrick Garland.
“No hablé con él ni hablaré”, declaró a un periodista que le preguntó sobre el tema.
La ley de Estados Unidos obliga a los presidentes a enviar todos sus correos electrónicos, cartas y otros documentos de trabajo a los Archivos Nacionales una vez que terminan su mandato. Además prohíbe almacenar secretos de Estado en lugares no autorizados e inseguros.
“Tenemos un conjunto de leyes en este país y se aplican a todos”, dijo el fiscal especial Jack Smith, después de que se hiciera público que se acusa a Trump de haberse apropiado de documentos altamente secretos.
Al dejar la Casa en enero de 2021 Trump se mudó a su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, y se llevó decenas de cajas llenas de archivos secretos del Pentágono, la CIA, la Agencia de Seguridad Nacional y otros organismos de inteligencia.
Un año después, y tras varias órdenes judiciales, accedió a devolver 15 cajas que contenían casi 200 documentos.
Pero el FBI consideró que no había entregado todo y que seguía guardando documentos en su club de Palm Beach. Los agentes del FBI efectuaron allí un registro el 8 de agosto y se incautaron de otra treintena de cajas con 11.000 documentos.
Según la acusación, encontraron documentos clasificados “en un salón de baile”, pero también “en un cuarto de baño, en la ducha”, en “un despacho” y en “un dormitorio”.
El material encontrado incluía “información sobre la capacidad de defensa de Estados Unidos y otros países”, “sobre los programas nucleares estadounidenses” y “sobre las vulnerabilidades potenciales en caso de ataque a Estados Unidos y sus aliados”.
Su potencial “divulgación hubiera puesto en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos y sus relaciones internacionales”, dijo Smith, nombrado en noviembre para supervisar la investigación de forma independiente.