AFP
Joe Biden dijo este jueves a Gustavo Petro que Colombia es “una piedra angular” en América Latina, durante una reunión en la Casa Blanca, con la crisis política en Venezuela en el punto de mira.
Petro planteó a su homólogo estadounidense una estrategia que consiste en ir levantando progresivamente las sanciones a Venezuela a medida que haya avances en materia electoral en ese país.
Colombia “es la clave del hemisferio (…) “una piedra angular”, empezó diciendo Biden, tras felicitar y bromear con Petro por su cumpleaños dado que cumplió 63 años el miércoles.
“Tenemos una oportunidad si trabajamos lo suficientemente duro para tener un Hemisferio Occidental unido igualitario, democrático, y económicamente próspero”, añadió Biden.
El demócrata tuvo palabras de elogio para su invitado, con quien afirma que trabaja contra “los niveles históricos de migración”, especialmente en la selva de Darién.
Le agradeció la “hospitalidad” a los refugiados venezolanos, un acto que calificó de “humanitario y generoso”.
Petro afirmó por su parte que América tiene en común que se desarrolló “bajo el concepto de democracia y la libertad” y que “casi nunca ha habido guerra” entre los países.
“Si juntamos estos dos pilares, el político de democracia, libertad y paz con el económico que nos demanda una economía descarbonizada creo que encontramos nuestro destino común, una América que puede ser faro de la humanidad”, afirmó el presidente colombiano, vestido con traje azul marino.
Ante los periodistas los dirigentes no mencionaron la crisis política en Venezuela, que según fuentes consultadas por la AFP será “el tema central” del encuentro.
Para el primer presidente de izquierda de Colombia es importante no irse con las manos vacías antes de la conferencia internacional que Bogotá acoge el 25 de abril sobre el estancado diálogo político en Venezuela.
Estados Unidos será uno de los participantes en la conferencia. Maduro no asistirá, aunque le ha dado el visto bueno, y la oposición tampoco, pero se reunirá días antes con Petro.
Desde su llegada a Estados Unidos, donde hizo escalas de trabajo en Nueva York y California, el exguerrillero pide “más democracia, cero sanciones” a Venezuela, país con el que restableció relaciones después de tres años de ruptura diplomática.
A día de hoy, Washington advierte que mantendrá las sanciones hasta que vea “pasos concretos” hacia una democratización e insiste en que su objetivo son elecciones “libres y justas”.
Pero el diálogo entre el gobierno y la oposición está estancado desde noviembre. Maduro sabe que su principal baza es supeditarlo al levantamiento de sanciones y no cede.
Y ahí entra en escena Petro, ante el desafío de facilitar que ambos den un paso al frente.