AFP
El devastado estado de Misisipi seguía enfrentando en la noche del domingo las secuelas de los tornados que arrasaron el sur de Estados Unidos y dejaron al menos 25 muertos, mientras se temen nuevas inclemencias climáticas.
Los equipos de rescate evaluaban el daño en casas destruidas, edificios derribados y vehículos aplastados en Rolling Fork, un pequeño poblado que prácticamente desapareció.
En ese municipio de unos 2 mil habitantes, las calles parecen una “zona de guerra”, dijo a la AFP John Brown, responsable de la Cruz Roja para los estados de Alabama y Misisipi.
En tanto, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advirtió a los pobladores de esos dos estados de posibles nuevas “tormentas eléctricas supercelulares” la noche del domingo, que podrían “producir fuertes tornados y granizos muy grandes”.
El número de muertes el domingo “todavía se mantiene en 25 con decenas de heridos”, indicó el último reporte del Servicio de Emergencia de Misisipi (MSEMA), que advirtió que es probable que la cifra “cambie” próximamente.
Vientos de más de 160 km/h atravesaron este estado del sureste de Estados Unidos, dejando “daños devastadores” a su paso, dijo el gobernador de Misisipi, Tate Reeves.
Uno de los tornados fue clasificado preliminarmente como categoría 4 (en la escala Fujita de 5), indicó el MSEMA.
Filas enteras de casas fueron arrancadas de sus cimientos, las calles están llenas de escombros y se ven algunos automóviles en techos de viviendas, así como árboles derribados y con trozos de metal enroscados en sus troncos.