AFP
El delantero galés Gareth Bale se quejó este jueves de que su club, el Real Madrid, en el que no juega apenas y al que quiere dejar, le pone trabas para marcharse.
Con 48 minutos de juego en los doce partidos disputados por los ‘merengues’ después del confinamiento, y tras haber rechazado estar en el grupo para jugar el partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones contra Manchester City, Bale no parece entrar en los planes de Zinédine Zidane y no quiere seguir en el Bernabéu, pese a los dos años de contrato que le quedan.
El jugador de 31 años estuvo cerca de fichar por el club chino Jiangsu Sunin en 2019.
“Intenté dejar el club el año pasado, pero bloquearon todo en el último momento”, se quejó el jugador a Sky Sports.
“Era un proyecto que me motivaba pero que no se concretó”, añadió, revelando que había “tenido otras ocasiones donde hemos intentado partir, pero el club no lo autorizó”.
“Todo está en las manos del club. Ponen las cosas muy difíciles, honestamente”, completó, fatalista.
Bale se había convertido en el jugador más caro de la historia cuando el Real Madrid lo fichó procedente del Tottenham por más de 110 millones de euros en 2013.
Ganó dos ligas y cuatro Champions con los españoles, pero su actitud fue a menudo criticada.
Por ejemplo, posó con la selección galesa con una bandera del país británico con la leyenda “Gales. Golf. Madrid. En este orden”, dejando entender que su club iba incluso detrás de su pasión por los greens.
También fuer filmado con su mascarilla anti-covid sobre sus ojos haciendo como que dormía en el banco de suplentes, en un partido del campeonato en el que comprendía que no entraría a jugar.
“Quiero jugar al fútbol y estoy todavía motivado para jugar al fútbol. Solo tengo 31 años y me siento todavía en gran forma”, aseguró al margen de la concentración de su equipo nacional para enfrentarse a Finlandia el jueves.
“Lo que pasa en Madrid, pasa en Madrid”, añadió, para asegurar que no le afectará en la selección nacional.