AFP
Con sus numerosos agentes patógenos, la Guayana Francesa, departamento francés situado en América Latina, se ha convertido en un punto importante para la detección y la investigación sobre enfermedades emergentes en climas tropicales.
“Cuanta más relación hay [del ser humano] con la fauna salvaje, más aumentan los riesgos”, dice la doctora Dominique Rousset, responsable del servicio de virología del Instituto Pasteur de Guayana Francesa.
El departamento francés, cubierto en un 97% por la selva amazónica y cuya población se duplica cada 20 años, “reúne todas las condiciones para que sea un lugar donde emergen nuevas enfermedades”, considera la viróloga.
Con sus equipos, Rousset está encargada del estudio y la vigilancia de esos agentes patógenos para que sean tomados en cuenta en caso de aparición.
Por lo general, las enfermedades emergentes son zoonosis cuyo agente de origen animal más frecuente es un virus, que cruza la barrera de las especies para alcanzar al ser humano.
“Puede tratarse de casos aislados en que la enfermedad no se transmite de humano a humano. Pero en caso de que haya contagios entre humanos, se convierte en epidémica”, precisa la doctora Dominique Rousset.
– Nueve casos detectados y siete muertos –
En Guayana, el hantavirus Maripa, responsable de una enfermedad pulmonar rara (Síndrome Pulmonar con Hantavirus o SPH), figura entre las enfermedades vectoriales más vigiladas.
El animal reservorio donde está presente es un roedor forestal endémico, que transmite el virus por inhalación de su orina o excrementos. Desde 2008, nueve casos fueron detectados con un balance de siete muertos.
Los investigadores son los encargados de determinar si el virus puede transmitirse de humano en humano.
Para eso hay que establecer la lista de todas las cepas del virus, desarrollar los instrumentos moleculares y serológicos de detección, conocer todos los reservorios y los vectores que lo albergan y lo transmiten.
Cuando terminen su tarea, los investigadores que trabajan sobre el hantavirus Maripa se unirán posteriormente a los equipos que investigan la fiebre Q, la toxoplasmosis del jaguar, la úlcera de Buruli, la leishmaniasis o la rabia, que figuran entre los grandes éxitos en la investigación epidemiológica “made in” Guayana.
Según el sitio gubernamental estadounidense Pubmed, el territorio francés registra uno de los mayores bloques de publicaciones científicas de América Latina.
– “Responsabilidad médica” –
“No somos mejores que los otros, pero tenemos mayores recursos que nuestros vecinos”, dice el profesor Mathieu Nacher, director del Centro de investigación clínica del hospital de Cayena.
“Aquí el presupuesto de investigación es dos veces superior al de la salud en Chile, por ejemplo”, afirma este especialista mundial de la histoplasmosis.
Esta infección del pulmón causada por un champiñón es “responsable de 5,000 a 10,000 muertos cada año en Sudamérica, o sea tanto como la tuberculosis”, subraya Mathieu Nacher.
“Sobre la caracterización de esa infección, realizamos investigaciones como nunca se había hecho hasta ahora”. Hasta el punto que fueron retomadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para elaborar sus recomendaciones.
“Somos uno de los sitios europeos en ambiente tropical y por lo tanto la investigación en Guayana es esencial para muchos países que tienen el mismo tipo de infecciones pero no las estudian por falta de recursos”, señala el doctor Najeh Hcini, jefe del servicio gineco-obstétrico del hopital de Saint-Laurent de Maroni. “Tenemos una responsabilidad médica”.