AFP
Haciendo pareja con el holandés Jean-Julien Rojer, el salvadoreño Marcelo Arévalo hizo historia al convertirse este sábado en el primer tenista centroamericano en ganar un título en Roland Garros, después de conquistar el trofeo de dobles masculinos.
Arévalo y Rojer vencieron al croata Ivan Dodig y al estadounidense Austin Krajicek, por 6-7 (4/7), 7-6 (7/5) y 6-3 en una disputadísima final de tres horas de duración, disputada en la Philippe Chatrier, la pista principal del torneo parisino.
Tras un primer set en el que no hubo ‘breaks’ y que se decidió en la muerte súbita a favor de Dodig y Krajicek, estos dispusieron de tres bolas para llevarse el título, pero Arévalo y Rojer lograron salvarlas y forzar el tercer set en el ‘tie break’.
En la manga definitiva, Dodig y Krajicek volvieron a desaprovechar dos bolas de quiebre para tomar ventaja en el marcador, pero Arévalo, que jugó un partido espectacular y fue varias veces al piso para salvar bolas increíbles, y Rojer solventaron de nuevo la situación, para hacer el ‘break’ en el sexto juego y conservarlo hasta levantar la copa con un último juego con el servicio del salvadoreño.
“En otros torneos, cuando llegas así con saque para ganar un partido, el brazo se te encoge, pero no fue el caso hoy. El ‘break’ del 5-2 me dio mucha energía, porque resté muy bien y veía la cancha muy grande. Y he entrenado miles de horas para momentos como éste”, explicó Arévalo en conferencia de prensa.
“Yo puedo decir que estoy muy orgulloso de él, porque sé lo difícil que es servir para ganar un título así y él puso cuatro primeros servicios muy buenos. Es el premio al trabajo realizado”, añadió el neerlandés nacido en Curaçao, que ya había ganado dos Grand Slam (Wimbledon-2015 y el US Open-2017) formando pareja con el rumano Horia Tecau.
Arévalo y Rojer se mostraron muy emocionados tras el triunfo, saltaron a las gradas para abrazarse a sus familiares y Arévalo exhibió una bandera salvadoreña.
– “Perseguir sus sueños” –
“Siempre dije que unos de mis sueños como tenista era dejar un legado a los niños salvadoreños, que viven en condiciones muy difíciles y muchos no van por el buen camino, para que a través del deporte puedan perseguir sus sueños”, explicó Arévalo, de 31 años.
El jugador salvadoreño, cuyo primer recuerdo del tenis es la victoria de Rafael Nadal sobre el argentino Mariano Puerta en 2005, en el primero de los 13 títulos del español en París, recordó que “siempre soñé con ganar un torneo de este tipo, pero lo veía tan lejos que nunca pensé que tendría la oportunidad de ser campeón de un Grand Slam. Es el ejemplo de que si trabajas duro, los sueños se hacen realidad”.
Arévalo, de 31 años, y el veterano Rojer (40) formaron pareja tenística a comienzos del año pasado y los resultados han ido llegando.
“Yo agarré mucha experiencia de ‘Juls’ (Rogier) y aún tengo muchas cosas que aprender de él, pero en la pista esa experiencia me dio mucha seguridad para este partido, pese a que yo no había jugado ninguna final” de Grand Slam.
Residentes ambos en Florida, donde se entrenan, esta temporada ya se habían impuesto en los torneos de Dallas y Delray Beach, aunque el trofeo de Roland Garros es el más importante hasta ahora.
Suceden en el palmarés a los franceses Pierre-Hugues Herbert y Nicolas Mahut y se embolsan un premio de 580,000 euros (unos 620,000 dólares).
“El dinero es un incentivo, pero cuando entras en la cancha no piensas en ello. El dinero va y viene. Los títulos quedan”, concluyó Arévalo, cuya gesta suscitó multitud de mensajes de felicitación en su país.
El presidente de la Asamblea Legislativa de El Salvador, Ernesto Castro, tuiteó: “@CheloArevaloATP demostró hoy que no hay imposibles para los salvadoreños que luchan y aman lo que hacen. Chelo jugó con el corazón y puso en lo más alto el nombre de nuestro país. Este lunes, propondré se le reconozca como hijo meritísimo de El Salvador”.