La “licencia menstrual”, un derecho previsto en pocos países

AFP

La “baja médica menstrual” para las mujeres que sufren de menstruaciones dolorosas es un derecho todavía poco aplicado, con un puñado de dispositivos en el mundo -especialmente en países asiáticos-, y un proyecto en España.  

He aquí un resumen de estas “licencias menstruales” con motivo del Día Mundial de la Higiene Menstrual, previsto el 28 de mayo.

– España: un derecho futuro –

El gobierno de izquierda español presentó el 17 de mayo un proyecto de ley para crear un “permiso de ausencia menstrual”, que sería indefinido pero que debería ser validado por un médico.

“Somos el primer país de Europa en regular por primera vez una incapacidad temporal pagada integralmente por el Estado para reglas dolorosas e incapacitantes”, comentó la ministra de Igualdad, Irene Montero.

El texto debe ser aprobado por el parlamento, donde el gobierno es minoritario, antes de su entrada en vigor. 

– Japón: una ley desde 1947 –

En Japón, el derecho a la licencia menstrual figura en la legislación desde 1947 y las empresas no pueden obligar a una empleada a trabajar si pide estar “de baja por menstruación”.

No hay límite en el número de días que pueden tomarse para este tipo de “licencias”, pero por lo general no son pagas.

El 30% de las empresas propone reembolsar total o parcialmente estos “permisos periódicos”, según un estudio del ministerio de Trabajo japonés realizado en 2020 sobre 6.000 compañías.

En esa encuesta se comprobó que sólo 0,9% de las empleadas que reunían los requisitos declaraban haber tomado una licencia menstrual.

– Corea del Sur: un día por mes –

En Corea del Sur se permite a las empleadas tomar un día libre menstrual al mes, que no se paga. 

Las empresas que incumplen la ley están sujetas a una multa de 5 millones de wons (4,000 dólares).

Según una encuesta realizada en 2018, 19% de las empleadas declaran utilizar el derecho a la licencia menstrual.

– Indonesia: uno o dos días por ciclo –

En Indonesia, una ley aprobada en 2003 prevé uno o dos días de “vacaciones pagadas” al comienzo del ciclo menstrual, en caso de períodos dolorosos.  La ley sólo obliga a las empleadas a notificar a sus empleadores la fecha en que se los toman. 

Pero la aplicación de la normativa depende de las empresas y sus asalariadas.  En la práctica, muchas firmas solo permiten un día de descanso menstrual o incluso ninguno si deciden ignorar la ley.

– Taiwán: máximo tres días al año –

Taiwán también reconoce el derecho a la licencia menstrual para las empleadas de un día por mes, y con un total de tres días por año. 

No obstante, sigue siendo posible que las trabajadoras disfruten de más días de licencia menstrual, pero se contabilizan como días de licencia por enfermedad.

Las vacaciones menstruales son reembolsadas, al igual que las bajas por enfermedad y las medias jornadas trabajadas.

– Zambia: “Día de la Madre” desde 2015 –

Zambia, país de África meridional, aprobó en 2015 una ley que otorga a las mujeres el derecho a una licencia menstrual que les permite tomarse un día adicional de vacaciones al mes, sin previo aviso ni certificado médico en caso de períodos dolorosos.

Conocida como el “Día de la Madre”, la baja por menstruación es generalmente aceptada, pero algunos empleadores siguen siendo reticentes y piden que las mujeres den un preaviso.

“Algunas empresas ni siquiera quieren saber que sus empleadas tienen derecho al +Día de la Madre+”, explica Ruth Kanyanga Kamwi, especialista en comunicación y activista feminista.

Pero gracias a los sindicatos, cada vez son más las trabajadoras que ejercen su derecho, explica. 

– Varias empresas en todo el mundo –

Varias empresas de todo el mundo ofrecen a sus empleadas la posibilidad de días de “licencia menstrual”. 

El movimiento es reciente con anuncios hechos en los últimos meses o años.

Por ejemplo, el fondo de pensiones australiano Future Super, la empresa de reparto india Zomato o el fabricante francés de muebles Louis Design ofrecen seis, diez o 12 días adicionales de vacaciones pagadas al año a sus empleadas con reglas dolorosas.