El reciclaje químico del plástico es una “falsa solución“, denuncia oenegé

AFP

El reciclaje químico del plástico, una técnica reciente, es una “falsa solución“, según un informe publicado el lunes por una organización ecologista estadounidense, que estudió el caso de ocho fábricas en Estados Unidos. 

El reciclaje químico se distingue del mecánico, que es el más usado en el mundo. 

Mientras que este último no permite después obtener plástico de la misma calidad, el reciclaje químico utiliza distintas técnicas (alta temperatura, reacción química, entre otras) para descomponer el material hasta sus moléculas básicas.

Pero según la oenegé Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales (NRDC), las fábricas que usan este proceso no generan la mayoría de los plásticos nuevos.

En realidad producen principalmente combustible que luego se quema, liberando así grandes cantidades de residuos contaminantes, afirma la oenegé, que denuncia un “ecoblanqueo“.

“Las plantas de reciclaje químico no solo no reciclan los desechos plásticos de manera eficaz y segura, sino que además liberan sustancias contaminantes en el medio ambiente“, afirmó la principal autora del informe, Veena Singla. 

De las ocho fábricas estudiadas, cinco se dedican a la producción de combustible, que luego queman para producir electricidad. Como ocurre con cualquier combustible fósil esto genera gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global. 

Además seis de estas fábricas están autorizadas a soltar en la atmósfera sustancias químicas denominadas HAP (hidrocarburos aromáticos policíclicos), resultantes del proceso de reciclado químico, y que provocan problemas de salud. 

“Convertir plástico en combustible no debe considerarse como reciclaje“, estima el informe. 

La oenegé investigó sobre todo una planta situada en Oregón, que recoge poliestireno y usa una técnica de pirólisis para reducirlo a estireno. Pero entre 2018 y 2020, según NRDC, la fábrica de Agilyx envió 150.000 kg de este estireno “para quemarlo en lugar de convertirlo nuevamente en plástico“.

Además, en 2019, cerca de 230.000 kg de desechos peligrosos como benceno, plomo y cadmio, se enviaron a otros lugares para ser quemados.

Contactada por la AFP, la empresa declaró que el estireno obtenido se usaba “para crear nuevos productos de poliestireno equivalentes“, y que el proceso no causaba una “cantidad significativa de residuos peligrosos“.

El porcentaje de residuos plásticos que se reciclan en el planeta no llega al 10%, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). 

La ONU ha lanzado negociaciones para un tratado global contra la contaminación plástica. Para NRDC la única solución pasa por reducir las cantidades producidas: “el mundo se ahoga en plástico y debemos cerrar el grifo“.