AFP
El volcán de Fuego, en el suroeste de Guatemala y cercano a la capital, finalizó este martes una fuerte fase eruptiva que condujo a la evacuación preventiva de medio millar de personas en dos aldeas cercanas por la lluvia de ceniza, informaron las autoridades.
“Los parámetros de monitoreo sísmico, acústico y observaciones en campo realizadas (…) en el área y del Observatorio del Volcán de Fuego, indican que en las últimas horas esta actividad se ha mantenido en un descenso progresivo“, señaló en un boletín el Instituto de Vulcanología (Insivumeh).
“Estos cambios sugieren la finalización de la actividad eruptiva del volcán de Fuego, la cual tuvo una duración total de 26 horas“, añadió.
De 3.763 metros de altura y ubicado 35 km al suroeste de Ciudad de Guatemala, el volcán aumentó el lunes su actividad eruptiva de características estrombolianas (tipo de acción volcánica que alterna erupciones de lava y proyecciones explosivas).
La intensidad de la actividad generó expulsión de lava, ceniza y el descenso de flujos piroclásticos -una mezcla de gases, ceniza y bloques de roca que descienden a altas velocidades y temperaturas-, que no representaron peligro para las comunidades asentadas en la base del cono volcánico, según el organismo de Protección Civil.
Sin embargo, ante la caída de ceniza, unas 500 personas de las aldeas Panimaché I y Morelia evacuaron en autobuses a la ciudad vecina de Santa Lucía Cotzumalguapa.
“Las personas son atendidas (en albergues) y permanecerán hasta que las condiciones sean propicias para regresar. La evacuación fue preventiva“, dijo a periodistas Rodolfo Flores, vocero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), ente a cargo de la protección civil.
Junto al de Fuego, también están activos en Guatemala los volcanes Santiaguito (oeste) y Pacaya (sur).
Una erupción del volcán de Fuego, el 3 de junio de 2018, provocó una avalancha que arrasó la comunidad San Miguel Los Lotes en el municipio de Escuintla (sur) y parte de una carretera en el poblado vecino de Alotenango, dejando 215 muertos y una cifra similar de desaparecidos.