AFP
Los deportistas extranjeros que ejercen su profesión en Rusia comienzan a huir del país, una semana después del inicio de la invasión de Ucrania y después de la imposición de pesadas sanciones por parte de la comunidad internacional.
. Fútbol: el Lokomotiv y el Dinamo Moscú afectados
Los ucranianos son evidentemente los más determinados a abandonar Rusia. Actual segundo clasificado en el campeonato ruso, el Dinamo de Moscú anunció el miércoles la marcha de su entrenador adjunto Andriy Voronin, antiguo internacional ucraniano. El defensor ucraniano Yaroslav Rakitskiy optó por rescindir su contrato con el Zenit San-Petersburgo el miércoles.
El Lokomotiv de Moscú, por su parte, sufrió dos marchas, una de ellas la de su entrenador alemán Markus Gisdol, quien declaró al periódico Bild que no podía “ejercer su vocación en un país cuyo dirigente es responsable de una guerra“. El antiguo defensor del Girondins de Burdeos, el brasileño Pablo, también habría abandonado el club, según el medio ruso Meta.
De regreso en Francia después de una lesión, el centrocampista francés del FC Krasnodar Rémy Cabella hizo saber en sus redes sociales que esperará antes de regresar a Rusia, mientras que su nuevo entrenador Daniel Farke prefirió rescindir su contrato antes incluso de haber dirigido un partido desde el banquillo.
. Balonmano: salidas en masa del Meskov brest
El club bielorruso fue suspendido en la Liga de Campeones por la Federación Europea de Balonmano (EHF) el lunes. Así, varios jugadores decidieron salir del club: el esloveno Jaka Malus, el polaco Pavel Pachkovski, el francés Baptiste Bonnefond y los entrenadores español y portugués Daniel Gordo y Nunu Farel. Aparte de Malus, que debía abandonar el club este verano (boreal) y decidió poner fin a su contrato de forma prematura, todos podrían regresar si la “situación se estabiliza“, precisó el club.
Por parte del club femenino de Rostov, la jugadora ucraniana Victoria Borchtchenko también optó por irse.
. Básquet: el CSKA de Moscú, sin Euroliga y sin jugadores
El CSKA de Moscú, históricamente el club ligado al ejército ruso, excluido de la Euroliga, ha sufrido la marcha de varios jugadores. Entre ellos, Joel Bolomboy, nacido en Ucrania y con doble nacionalidad ruso-ucraniana, cuya partida fue explicada por el club por “razones familiares y personales ligadas a la situación actual“.
Tornike Shengelia (Georgia), Iffe Lundberg (Dinamarca), Marius Grigonis (Lituania) y Johannes Voigtmann (Alemania) también dejaron suelo ruso para regresar a sus países respectivos.
El Zenit San Petersburgo, por su parte, anunció la marcha de varios jugadores por un tiempo. Por último, el entrenador del BC Parma, Kazys Maksvytis, a la vez seleccionador de Lituania, anunció que “no puede“ regresar a Perm.