AFP
El máximo responsable médico de Inglaterra pidió el jueves a los británicos que elijan sus “prioridades” para reducir las interacciones sociales antes de Navidad, con el fin de frenar la propagación de la variante ómicron del coronavirus, altamente contagiosa.
El Reino Unido, uno de los países más castigados de Europa por la pandemia con casi 147.000 muertos, se enfrenta a un muy rápido avance del ómicron.
Para “reducir las posibilidades de contraer el virus o de transmitirlo”, el director médico de Inglaterra, Chris Whitty, consideró “sensato que las personas reduzcan su contacto con otros en el trabajo, pero también las interacciones sociales que consideran menos importantes”.
“No querría decirle a la gente que debe hacer esto o aquello”, afirmó ante una comisión parlamentaria, “se trata de decirles ‘este es el momento de priorizar'”.
“Si lo más importante para ellos en los próximos 10 días es ir a un partido de fútbol, esa es su prioridad. Prioricen las cosas que realmente les importan” antes de las fiestas navideñas, subrayó.
El miércoles, el Reino Unido registró la cifra récord de 78.610 casos positivos en 24 horas, la mayor desde que comenzó la pandemia en 2020, según cifras oficiales.
Ante el aumento de los casos, muchos británicos ya han cancelado planes para preservarse antes de sus reuniones familiares con motivo de la Navidad.
Para evitar que los hospitales se vean superados, el gobierno británico apostó por una campaña de vacunas de refuerzo sin precedentes, con el apoyo del ejército y de miles de voluntarios.
El objetivo es administrar una tercera dosis a todos los adultos antes de fin de año.
El ejecutivo también impuso restricciones adicionales, pese a la rebelión de una parte de la mayoría conservadora, como el teletrabajo, el uso obligatorio de mascarillas en interiores y el pasaporte sanitario para grandes eventos como los partidos de fútbol o los clubes nocturnos.