AFP
India construye cuarenta ventiladores gigantes en el centro de Nueva Delhi en un nuevo intento por mejorar la calidad del aire de la capital, pero los defensores del medio ambiente critican la iniciativa, especialmente porque consumirá electricidad producida por centrales de carbón.
Este proyecto de dos millones de dólares (1,7 millones de euros) consiste en una torre de 25 metros de altura que filtrará el aire en una zona de un kilómetro cuadrado, en un sector de tiendas y cafeterías caras de Connaught Place.
Cada invierno, este barrio, con algunos edificios coloniales, se asfixia bajo una espesa capa de contaminación.
“El esmog es un fenómeno anual vinculado a causas particulares. Así que intentamos contenerlo”, explica Anwar Ali Khan, director del proyecto.
Según este ingeniero, el objetivo es reducir en un 50% la cantidad de partículas finas PM 2,5 (menos de 2,5 micrómetros) y en el futuro se podrían construir más torres en otros lugares de la ciudad si el proyecto es exitoso.
El jefe del gobierno local de Nueva Delhi, Arvind Kejriwal, estima que la capital se ha convertido en una “cámara de gas” debido a la contaminación.
Pero muchos expertos aseguran que la iniciativa no cambiará nada y solo dará la “impresión” de que las autoridades están haciendo algo.
“Construir torres contra el esmog nunca ha sido y nunca será una solución”, afirma Sunil Dahiya, del Centro de Investigación de Energía y Aire Limpio.
“Si realmente quieres solucionar la contaminación, debes abordarla desde su fuente”, añadió.
Sunil Dahiya insiste en que la torre está conectada a la red eléctrica general, que se abastece en un 70% a partir de centrales de carbón.
“No hará más que añadir contaminación en otras partes del país”, afirmó.
China, el mayor contaminador mundial, construyó en 2018 una chimenea de 60 metros de altura en el corazón de la ciudad de Xian, para supuestamente purificar el aire. No ha repetido la experiencia en otras zonas.
Cada año al principio de la temporada de invierno, el aire de Nueva Delhi se convierte en una mezcla tóxica de humo procedente de las quemas agrícolas, gases de escape y emisiones industriales.
Los intentos de las autoridades por reducir a la mitad el número de vehículos no han dado el resultado esperado.