Carla Suárez se despide de Wimbledon con emoción y agradecimientos

AFP

Embargada por la emoción, la tenista española Carla Suárez, recientemente de regreso a las canchas tras haber superado un cáncer, se despidió este martes del torneo de Wimbledon derrotada en primera ronda ante la mirada de su madre.

Animada y jaleada por el público londinense, Suárez, de 32 años, luchó como una leona frente a la australiana Ashleigh Barty, número uno del mundo.

Una interrupción del partido, para cubrir la pista debido a la lluvia, cuando iban 40-40 en el cuarto juego pareció enfriar a la española.

A la vuelta, Barty le quebró el servicio de inmediato y por segunda vez en el sexto juego para apuntarse la primera manga.

Pero Suárez brilló en el segundo set, logrando salvar un 4-5 para seguir jugando, aunque acabó cayendo en el tercero tras una hora y 44 minutos de enfrentamiento.

Barty, agresiva y potente, se mostró a menudo expeditiva gracias a su saque y se impuso por 6-1, 6-7 (1/7) y 6-1 en una pista central cuyos espectadores celebraban cada punto de la española.

“Es una gran campeona”, dijo de ella la australiana tras el encuentro.

Suárez volvió a la competición este junio en Roland Garros tras 7 meses de ausencia, después de superar un linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer que afecta al sistema inmunológico, del que había anunciado estar afectada en septiembre de 2020.

Tras caer en primera ronda de París contra la estadounidense Sloane Stephens y ahora de Londres, la jugadora de Las Palmas de Gran Canaria competirá por España en los Juegos Olímpicos de Tokio que empiezan en julio y después en el Abierto de Estados Unidos.

Pero el martes volvió a dejar muy clara su intención de retirarse después, un proyecto que ya tenía en 2020 pero que se vio trastocado primero por la pandemia de coronavirus y después por su enfermedad.

– Una despedida para el recuerdo –

Suárez pisó así por última vez la hierba del All England Club londinense, donde Barty y los espectadores le rindieron un emotivo homenaje, filmado por su madre María Dolores mientras se secaba las lágrimas.

Han sido visiblemente tiempos difíciles para ambas y aunque Carla se esforzó por mantenerse serena acabó embargada por los sentimientos en la rueda de prensa posterior al partido.

“Mi madre ha venido dos o tres veces a Wimbledon, tampoco ha venido tanto, y siempre lo disfruta mucho, intenta grabarlo todo y supongo que ella también se emociona un poco por lo que ve”, dijo antes de tener que hacer una pausa para, bajando la cabeza, enjuagarse el llanto, “por todos estos meses que hemos tenido que pasar”.

“Es especial tenerla aquí, lo agradezco mucho”, afirmó, antes de pedir a los periodistas: “No me preguntéis ya más por mi madre por favor”.

“Cada vez que voy a la pista sé que puede ser mi última vez en ese torneo, en esa pista, son muchas emociones que a veces no son fáciles de controlar”, reconoció.

Agradeció la oportunidad de jugar en la hierba londinense “después de dos meses de haber acabado el tratamiento”. “Al final, creo que no puedo pedir mucho más”, dijo.

Y reconoció el gran apoyo que recibió del público.

“Creo que gran parte del público me ayudó a ganar el segundo set” cuando “a mí ya las fuerzas me flaqueaban”.

“Ha sido un público espectacular, el ambiente ha sido espectacular y solo tengo palabras de agradecimiento por la despedida que me han hecho, que siempre me va a quedar en el recuerdo”, aseguró.