Los casos de covid-19 en EEUU alcanzan una nueva meseta mientras la variante Delta aumenta

AFP

Después de descender rápidamente durante dos meses, la tasa de contagios de covid-19 en Estados Unidos se ha estabilizado desde mediados de junio por los repuntes de casos nuevos registrados en las regiones con bajas tasas de vacunación del país.

Esto se produce mientras la variante Delta, altamente contagiosa, sigue ganando terreno, representando ahora el 35,6% de los casos secuenciados en las últimas dos semanas, según el rastreador covSpectrum. 

Las autoridades han dicho que está a punto de convertirse en la cepa dominante del país. 

La media de siete días de nuevos casos diarios ha rondado los 11.500 desde el 16 de junio, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, es decir, unos 3,5 por cada 100.000 personas. 

Ha surgido una clara división en todo el país, con un rápido aumento de los casos en comunidades con bajas tasas de vacunación. 

Por ejemplo, la ciudad de Springfield, en el estado de Misuri, en el medio oeste del país, está experimentando un aumento de 36,8 nuevos casos por cada 100.000, y sólo el 35% de su población está vacunada con una o más dosis, según mostró un cuadro de mando mantenido por Covid ActNow. 

Por otro lado, en Burlington, en el estado nororiental de Vermont, sólo se registran 0,9 nuevos casos por cada 100.000, y el 71% de su población está vacunada con una o más dosis. 

A nivel nacional, el 54% de los 332 millones de personas de Estados Unidos han recibido una o más dosis, mientras que el 46,1% ha recibido dos dosis, según los CDC. 

La campaña nacional de inmunización alcanzó su punto álgido a mediados de abril, pero ha ido disminuyendo desde entonces, con una indecisión en la vacunación mucho mayor en los estados de tendencia republicana que en los que votan mayoritariamente a los demócratas. 

Los casos disminuyeron considerablemente en todo el país desde mediados de abril hasta principios de junio, un periodo que coincidió con el clima primaveral y el aumento de las actividades al aire libre.  

Sin embargo, el calor del verano ha llevado a más personas al interior, donde se propaga principalmente la enfermedad respiratoria transmitida por el aire. 

El aire acondicionado contribuye a secar el aire y a crear condiciones más favorables para el virus. 

Todo esto supone un peligro para las personas no vacunadas, que están más expuestas que nunca ante la variante Delta, altamente contagiosa. 

Según una investigación realizada en Reino Unido, la vacuna de Pfizer-BioNTech tiene una eficacia del 88% en la protección contra la enfermedad sintomática de la variante Delta, pero sólo un 33% después de una dosis.