AFP
La científica china en el centro de teorías según las cuales la pandemia de covid-19 se originó con una fuga de su laboratorio en la ciudad de Wuhan ha negado que su institución fuera la culpable del desastre sanitario.
“¿Cómo diablos voy a ofrecer pruebas de algo de lo que no hay pruebas?”, dijo la doctora Shi Zhengli al diario The New York Times en unas inusuales declaraciones a los medios de comunicación. “No sé cómo el mundo ha llegado a esto, vertiendo constantemente suciedad sobre una científica inocente”, dijo al periódico estadounidense.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ordenó el mes pasado a las agencias de inteligencia que investigaran el origen de la pandemia, incluida la teoría de la fuga en el laboratorio.
La hipótesis de la fuga se había planteado anteriormente durante el brote mundial, incluso por el predecesor de Biden, Donald Trump, pero fue ampliamente descartada y considerada como una teoría de la conspiración.
Sin embargo, ha ganado cada vez más fuerza recientemente, alimentada por los informes de que tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan enfermaron en 2019 después de visitar una cueva de murciélagos en la provincia suroccidental china de Yunnan.
Shi es una experta en coronavirus de murciélagos, y algunos científicos han dicho que podría haber estado dirigiendo los llamados experimentos de “ganancia de función” en los que los científicos aumentan la fuerza de un virus para estudiar mejor sus efectos en los huéspedes.
Según The New York Times, en 2017 Shi y sus colegas del laboratorio de Wuhan publicaron un informe sobre un experimento “en el que crearon nuevos coronavirus de murciélago híbridos mezclando y combinando partes de varios existentes -incluyendo al menos uno que era casi transmisible a los humanos- para estudiar su capacidad de infectar y replicarse en células humanas.”
No obstante, en un correo electrónico que acompaña al artículo, Shi dijo que sus experimentos difieren de los de ganancia de función, ya que no buscaban hacer un virus más peligroso. En su lugar, intentaban comprender cómo el virus podría saltar entre especies.
“Mi laboratorio nunca ha llevado a cabo ni ha cooperado en la realización de experimentos de ganancia de función que aumenten la virulencia de los virus”, dijo.