AFP
Dinamarca decidió descartar definitivamente la vacuna contra Covid-19 de AstraZeneca por sus poco habituales aunque “graves” efectos secundarios, anunciaron este miércoles las autoridades sanitarias, lo que lo convierte en el primer país europeo en hacerlo, a pesar de las autorizaciones del regulador continental y la OMS para seguir utilizándola.
Tras dos casos graves, uno de ellos fatal, de coágulos sanguíneos en personas que recibieron una primera inyección, Dinamarca fue la primera nación europea en suspender por completo el uso de esta vacuna el 11 de marzo, con el objetivo de estudiar más profundamente sus efectos secundarios.
Pero este miércoles anunció la decisión final: “La campaña de vacunación en Dinamarca continúa sin la vacuna de AstraZeneca”, dijo el director de la Agencia Nacional de Salud, Soren Brostrom.
“Existe una eventual reacción cruzada entre la vacuna y un bajo número de plaquetas. Sabemos también que existe una conexión temporal. La reacción ocurre de uno a diez días tras la inoculación con AstraZeneca”, indicó.
“Esta decisión se tomó en un contexto: en Dinamarca, la mayor parte de la población en riesgo ya ha sido vacunada y la epidemia está bajo control”, insistió el responsable sanitario, afirmando que comparte la opinión de la EMA, que considera que los beneficios de la vacuna superan los riesgos.
La mayoría de los países europeos que habían suspendido el uso de esta vacuna han reanudado su utilización, pero estableciendo un límite de edad. Noruega anunciará su decisión el jueves.
Sudáfrica también renunció a AstraZeneca en febrero, peo por otros motivos ya que está en duda su eficacia ante la variante que asola el país.
Estados Unidos, al igual que Suiza, todavía no la autorizó, y Venezuela se negó a hacerlo invocando sus efectos secundarios.
– Retraso en calendario de vacunación –
La suspensión danesa fue decretada un mes atrás después de conocerse informes que describían casos excepcionales de coágulos sanguíneos, combinados con un número de plaquetas bajo y sangrados.
De acuerdo a un equipo médico del Hospital Nacional de Oslo, en Noruega, estos casos atípicos son causados por “una potente respuesta inmune”, desencadenada por la vacuna.
Los científicos sospechan que éstos están vinculados a los adenovirus utilizados como “vector viral” en el producto del laboratorio anglosueco, al igual que el estadounidense Johnson & Johnson.
A las cerca de 150.000 personas que recibieron una dosis de esa vacuna se les ofrecerá otra para su segunda, según las autoridades.
Alrededor del 8% de los 5,8 millones de habitantes del país están completamente vacunados y el 17% ha recibido la primera dosis, el abandono de esta vacuna significa una prolongación en al menos tres semanas del ambicioso programa de inmunización danés, que preveía la inoculación de todos los mayores de 16 años para el mes de julio.
La vacuna Johnson & Johnson, cuyas primeras dosis llegaron este miércoles, aún no se han distribuido. Estados Unidos ha suspendido su utilización para investigar sobre la aparición de casos graves de coágulos sanguíneos.
El laboratorio decidió inmediatamente retrasar la distribución de su vacuna monodosis en Europa, donde fue la cuarta en obtener la autorización de la EMA, en marzo.
Queda aún por ver qué hará Dinamarca con su stock de vacunas de AstraZeneca, unas 200.000 dosis que están almacenadas en refrigeradores.
¿Destruirlas cuando el planeta sufre una falta de vacunas desesperante? ¿Revenderlas o donarlas a países pobres en tanto el producto no se considera lo suficientemente seguro para uno mismo? Las principales opciones podrían provocar demandas por inmoralidad.
“Por supuesto, queremos que se utilicen las vacunas”, dijo este miércoles Brostrom, sin brindar más detalles.