AFP
El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, cumple el 1 de julio su primer año de gobierno ahogado por la pandemia del nuevo coronavirus y escándalos de presunta corrupción, que amenazan la gobernabilidad del país con más muertos y contagios por Covid-19 de Centroamérica.
“Han sido y son tiempos difíciles”, reconoció Cortizo la semana pasada tras destituir a tres ministros, incluida Rosario Turner, de la cartera de Salud, en plena explosión de la pandemia.
Cortizo trató así de dar un alivio a su gobierno, desgastado y condicionado por la crisis desatada por el nuevo coronavirus, que ha dejado 620 muertos y más de 32.000 infectados, en los peores registros oficiales de Centroamérica.
El mandatario asumió el poder por cinco años con la promesa de mejorar la imagen internacional del país, castigado por el escándalo de los “Papeles de Panamá” sobre lavado de dinero, además de reactivar la economía y enfrentar la corrupción.
Pero ahora encara un segundo año donde la crisis sanitaria amenaza sus planes de reformar la Constitución, modernizar las instituciones, impulsar el crecimiento económico e implementar políticas sociales contra la desigualdad.
“Obviamente todo va a estar centrado, al menos durante los próximos meses, en apagar los fuegos para tratar de disminuir lo más posible los efectos de la crisis”, declaró a la AFP Claire Nevache, investigadora asociada del Centro de Iniciativas Democráticas de Panamá (CIDEM).
“La pandemia le ha cambiado al gobierno de Panamá, como posiblemente a todos los gobiernos, los objetivos de su gestión”, señaló por su parte a la AFP Harry Brown, director del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales.
– La crisis “superó a Cortizo” –
En las últimas semanas, los casos diarios de nuevos contagios se dispararon de 200 a más de un millar, en un país de cuatro millones de habitantes y con un sistema de salud pública al borde del colapso.
El aumento se produjo luego que el gobierno decretó la reapertura de algunos sectores de la economía, que enfrenta negros nubarrones con unos 200.000 contratos de trabajo suspendidos y previsiones que anticipan una contracción del crecimiento de un 2% para este año.
Ante esta situación empresarios y otros sectores han pedido al gobierno que acelere reformas de carácter neoliberal, frente a la oposición de sindicatos que piden una mayor participación estatal en la economía.
“El coronavirus ha provocado una fractura mayor en el país con un descontento social relacionado con la crisis económica y con insatisfacciones de sectores muy importantes”, manifestó a la AFP el analista y director del periódico Metro Libre, James Aparicio.
Incluso, algunos expertos consideran que la crisis ha retratado el modelo panameño, basado en una economía de servicios dolarizada, pero con casi la mitad de empleo informal y uno de los mayores índices de desigualdad del mundo, según la ONU.
“La pandemia ha superado a Cortizo y ha dejado al desnudo la vulnerabilidad de la sociedad panameña por un sistema económico que profundiza la desigualdad”, explicó a la AFP Enoch Adames, excoordinador académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
– Corrupción en la sombra –
Cortizo acarrea además un profundo desgaste por escándalos de presunta corrupción en la compra de equipos para combatir el virus, lo que ha incrementado la tensión social y las protestas.
“La desigualdad y las sospechas de corrupción son dos problemas viejos, no son nuevos, pero ahora con la pandemia han hecho daño a la gestión de gobierno”, argumenta Brown.
La crisis ha mostrado “fragilidades estructurales que eran mucho más antiguas” que el gobierno actual, sostiene Nevache.
Entre los señalados por la fallida compra millonaria de respiradores y la polémica construcción de un hospital modular están el vicepresidente, José Gabriel Carrizo, y el ministro de Obras Públicas, Rafael Sabonge.
Ambos casos son investigados por la Fiscalía anticorrupción por posible delito de peculado.
“Lo que más le urge a Cortizo es recuperar la credibilidad”, señaló a la AFP el analista político y director de noticias de Radio Panamá, Edwin Cabrera.
En ese sentido, añadió que “si no hace algo rápido” la corrupción “podría marcar los cuatro años que le quedan”.