El uso de mascarillas ¿llamado a evolucionar debido a las nuevas variantes?

AFP

¿Qué tipo de mascarilla hay que llevar en cada situación? ¿Cómo hay que ponérsela? El uso de estas protecciones contra el covid-19 vuelve a evolucionar en algunos países debido a la aparición de variantes más contagiosas.

– FFP2 o N95: el escudo

Son las mascarillas que mejor filtran, puesto que bloquean 94% de las partículas más finas (alrededor de 0,6 micrómetros). Están destinadas en principio para el personal médico, con el fin de proteger a la persona que las lleva.

Estas protecciones se adaptan a la forma de la cara sin entreabrirse. FFP2 es la apelación europea y N95 es su equivalente en el continente americano.

Austria y la región alemana de Baviera decidieron imponer este tipo de mascarillas en comercios y transportes debido a la aparición de nuevas variantes más contagiosas.

Pero “volverlas obligatorias puede plantear muchos problemas”, indica a la AFP KK Cheng, director del Instituto de Investigación Aplicada en Salud de Birmingham (Inglaterra).

Por ejemplo, al ser casi herméticas, se requiere un mayor esfuerzo para respirar, sin contar con que son más caras.

“Para toda una familia que debe cambiarse con frecuencia” la mascarilla “no es soportable” pagar 1 euro (1,2 USD) la unidad, afirma a la AFP el doctor Michaël Rochoy, cofundador del colectivo francés Stop Postillons, que preconizó desde el principio de la pandemia el uso generalizado de mascarillas.

Rochoy apunta además que el comportamiento es igualmente importante: “Uno puede llevar hasta una escafandra, pero si a la hora de comer se reúne con más gente en la misma mesa, ya sea en la cantina escolar o en el restaurante de la empresa, no sirve de nada”.

– Las quirúrgicas: la todoterreno

El uso de estas mascarillas de polipropileno, originalmente reservadas al ámbito sanitario, se ha generalizado con el covid-19. Su objetivo principal es impedir que su portador contagie a los demás. Si todo el mundo la lleva, puede por tanto aportar una protección colectiva. 

Bloquea al menos 95% de las partículas de 3 micrómetros. Así como las FFP2, no hay que llevarla más de cuatro horas.

– Mascarillas de tela: la alternativa 

Las mascarillas de tela, industriales o confeccionadas en casa, se generalizaron a raíz de la escasez de mascarillas médicas al principio de la pandemia.

Pero estas empiezan a ser consideradas menos seguras frente a las nuevas variantes. 

Así, Alemania acaba de imponer las mascarillas médicas en los comercios y transportes y en Francia, el Alto Consejo de Salud Pública recomendó evitar las industriales de tela de categoría 2 — con una capacidad de filtración de 70% –, y las caseras.

“Si todo el mundo lleva correctamente una mascarilla casera, la protección sigue siendo muy apreciable”, objeta no obstante el doctor Cheng, citando un estudio publicado el miércoles en la revista científica Proceedings of the Royal Society A. 

Realizado por investigadores de Cambridge, este concluye que los aerosoles cargados de virus pueden recorrer 2 metros en varios segundos y que “el distanciamiento físico sin ventilación no es suficiente para proteger durante largas exposiciones”.

“El riesgo de infección se reduce de 60% con una mascarilla casera básica”, asegura Cheng.

– ¿Cómo llevarla?

Debe cubrir la nariz y la boca, englobando la barbilla.

Hay que lavarse las manos antes de ponérsela y colocársela sujetando las tiras elásticas.

Una vez puesta, no hay que tocarla, de lo contrario hay que volver a lavarse las manos.

– ¿Dos valen más que una?

El presidente estadounidense Joe Biden se mostró en público con dos mascarillas superpuestas, suscitando el debate. 

“Llevar dos mascarillas vuelve desde luego el bloqueo más eficaz”, según Cheng.

“Pero antes que nada deberíamos centrarnos en la gente que no lleva mascarilla o que no se la pone bien”.

– ¿Desechables a la fuerza?

Las de tela son reutilizables y pueden lavarse varias veces, en general diez.

En cambio, la Organización Mundial de la Salud recomienda “tirar inmediatamente” las mascarillas médicas de uso único.

Pero algunos especialistas estiman que pueden lavarse varias veces antes de desecharlas, con el fin de limitar el gasto familiar y la contaminación del plástico.

Otros preconizan guardar este tipo de mascarillas usadas en un sobre durante siete días, lo que tarda ocmo mucho en morir el virus.

“Recomendaría reutilizar la mascarilla después de siete días, entre 5 y 10 veces para la población en general”, declaró a finales de 2020 a la AFP Peter Tsai, uno de los investigadores que contribuyó a la puesta a punto de las N95.