La Copa de la Liga portuguesa amenazada por casos de coronavirus

AFP

El Sporting acusado por el Oporto de infringir el protocolo sanitario, el Benfica acosado por los casos de Covid: los grandes clubes del fútbol portugués estaban en pie de guerra este martes antes de jugar la “Final Four” de la Copa de la Liga.

Tras detectar 17 nuevos casos de Covid-19 “entre el cuadro técnico y los jugadores”, el Benfica afirmó estar esperando a que la Dirección General de Sanidad decidiera si debía anular todos los partidos previstos en las próximas dos semanas.

La autoridad sanitaria respondió, no obstante, que sólo se pronuncia sobre las medidas de aislamiento de los jugadores que dieron positivo o han tenido contacto con positivos, pero que la suerte del resto de la plantilla es responsabilidad de los clubes.

Entre los miembros de la entidad que han dado positivo están su presidente, Luis Filipe Vieira, y cinco jugadores, entre ellos el delantero alemán Luca Waldschmidt y el defensa belga Jan Vertonghen.

El Benfica debía enfrentarse al Sporting de Braga el miércoles en la segunda semifinal de la Copa de la Liga, pero el primer choque de esta “Final Four”, que se disputa en Leiria (centro), el cual debía enfrentar al Oporto con el Sporting de Portugal este martes también es víctima de una polémica con la pandemia de fondo.

Acusando a su rival de cometer “un atentado contra la salud pública”, el Oporto anunció en la tarde del lunes haber denunciado a la liga portuguesa y a la Dirección General de Sanidad la intención del Sporting de alinear a dos jugadores que dieron positivo cuatro días antes.

El club campeón de Portugal aseguró estar listo para “reevaluar su participación en la Final Four de la Copa de la Liga” si las autoridades no imponen a esos jugadores la cuarentena de diez días prevista por el protocolo sanitario en vigor.

El Sporting reaccionó acusando al Oporto de ejercer una presión “inaceptable” y reafirmando que esos dos casos “con toda probabilidad, son falsos positivos”.

El Braga también se metió en la pugna y se declaró “indignado” por el intento del club lisboeta de beneficiarse de un “trato de favor”.

Desde principios de año, la epidemia de Covid-19 marca récords en Portugal y el gobierno ha impuesto un segundo confinamiento general.

Las nuevas restricciones entradas en vigor el viernes no prevén suspensiones de competiciones profesionales de fútbol, como había ocurrido en la primavera pasada, aunque se siguen jugando a puerta cerrada.