AFP
La nueva variante del coronavirus identificada en octubre por investigadores en Sudáfrica alimenta un recrudecimiento sin precedentes de las contaminaciones en el país más afectado de África, complicando la tarea de las autoridades que tratan de contener su progresión.
Conocida bajo el nombre de 501Y.V2, la variante sudafricana no parece causar formas más graves de la enfermedad pero los científicos están preocupados pues es más contagiosa y menos fácil de combatir.
La bioinformática Houriiyah Tegally, de 27 años, que trabaja en vigilancia genómica en el equipo de vanguardia que identificó la variante sudafricana, respondió a las preguntas de la AFP.
¿Qué se sabe de esta variante?
Parece más contagiosa que el virus anterior. Y esto se ve cada vez más en nuestros datos sobre Sudáfrica, no habíamos observado un crecimiento similar antes.
Tiene una mutación en la proteína spike, una punta que puede penetrar en las células e infectar a los humanos. Es justamente esta mutación la que hace que el virus escape más a los anticuerpos.
Esta nueva variante podría presentar también un mayor riesgo de reinfección. Estamos a la espera de más información, pero esto es motivo de preocupación.
¿Cuál es su origen, y cuál su porcentaje de presencia actual?
Aún no está del todo claro. Todos los virus evolucionan de forma natural y acumulan mutaciones, pero esta variación parece haber evolucionado mucho más rápido.
La teoría más probable son los contagios de pacientes inmunodeprimidos, cuyo sistema inmunitario tiene más dificultades para suprimir las infecciones. El virus se reproduce mucho más en estos pacientes, así es como puede transmitirse más fácilmente.
En Sudáfrica existe un alto porcentaje de personas inmunodeprimidas, especialmente en el sureste del país donde surgió esta variación del nuevo coronavirus, durante la segunda ola de contaminaciones.
Al principio, representaba 20% de las muestras positivas, luego 30% y después 40%. Hoy en día representa entre 60% y 75% de los casos. Es una curva rápida.
En el punto más alto, estábamos en 80%, pero seguimos analizando casos en enero y no nos sorprenderíamos si nos acercáramos a 90% o más.
¿Las vacunas serán eficaces contra esta variante?
Hemos enviado copias del virus a laboratorios de todo el mundo para pruebas. Pfizer publicó datos que indican que su vacuna funciona, pero fue una experiencia muy limitada.
Sin embargo, tenemos esperanzas, porque se supone que las vacunas son de amplio espectro pero, por el momento, tenemos que esperar y ver qué pasa.
¿Otros países podrían verse afectados?
La respuesta de la comunidad internacional ha sido bastante estigmatizadora. Es comprensible, la gente tiene miedo.
Pero sin los científicos sudafricanos, tal vez nunca habríamos oído hablar de esta nueva variante del virus. La gente seguiría enfermándose y no sabríamos por qué.
No es culpa de nadie que exista esta mutación en Sudáfrica. Podría haber más en el mundo, aún no detectadas.
El virus evoluciona y cuanto más se propaga, más posibilidades tiene de infectar a los pacientes inmunodeprimidos y de mutar.
Esto demuestra la importancia de invertir en investigación y vigilancia del genoma, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).