Se aparecieron los apaga fuegos y los de la ley para espantar a la huesuda de una champita en Antiguo Cuscatlán donde unos morteros estallaron. Un alcon de acero surcó los cielos para arrojar agua y tratar de sofocar el incendio desde las alturas. Las víctimas fueron atendidas por instituciones de rescate y llevadas a centros hospitalarios. ¡Por suerte solo se trató de un simulacro!