AFP
Las reducidas canchas de fútbol sala quedaron pequeñas para la voraz ambición ofensiva que desveló desde niño y mantiene en su adolescencia. Con apenas 18 años, Kaio Jorge sigue los pasos de Pelé y Neymar con el anhelo de ganar la cuarta Copa Libertadores para el sorprendente Santos.
El prometedor delantero del ‘Peixe’ acostumbra ser una revelación. De chico se hartó de driblar y hacer goles en las pistas del balompié reducido de Recife, en el nordeste brasileño. Repitió la dosis en las divisiones menores del equipo paulista y en el Mundial Sub-17 de 2019.
Ya de ‘grande’, el ‘Menino de la Villa’ es inamovible en el Santos de Cuca y en las selecciones juveniles de Brasil. Se consolide o no como profesional, el gran reto para las perlas, ya escribió su nombre en la historia.
El tanto que abrió la goleada con la que Santos se metió en semis el miércoles es el quinto más rápido de la historia de la Libertadores. A los once segundos de iniciado el choque la valla de Gremio cayó y el nacido en Olinda, ciudad colonial vecina a Recife, en Pernambuco, empezó a tornarse tendencia mundial.
“Desde el comienzo del juego estaba bien conectado, vi a Vanderlei (portero de Gremio) salido, di un toquecito hacia el lado y definí”, explicó con la misma frialdad que lo tiene segundo máximo goleador de la Copa, con cinco tantos, a tres del ecuatoriano Fidel Martínez, del eliminado Barcelona de Guayaquil.
– Determinación –
Por encima de su evidente olfato goleador, familiares y formadores destacan su determinación. De niño, muchas veces con la diez a la espalda, despertó odios y amores en las canchas de fútbol sala de Recife.
Encandiló durante cuatro años en el Náutico, al que dejó por el archirrival Sport porque el entrenador se enervaba con sus dribles. Y no se amilanó al vestir, tan pequeño, la camiseta de los clasicos rivales de Recife.
“Siempre lidió muy bien con todas las presiones”, recordó André Luis Bezerra, técnico de fútbol sala del Sport, en declaraciones al diario Folha de Sao Paulo en 2019.
El deseo de jugar en un club grande mezclado con el temor de quedarse como una simple figura de fútbol sala hizo que pidiera a sus padres, apretados de dinero, que abrieran horizontes.
Sus padres, Jorge Ramos y Atenas Karina, lo llevaron a probar al Sao Paulo. El tricolor paulista lo avaló, según cuentan, pero quiso que jugara en Salvador como parte de un convenio con el Vitória. La familia rechazó la idea y llevó un DVD al Santos.
En el ‘Peixe’, uno de los principales semilleros latinoamericanos, lo citaron en 2012 y un año más tarde ya estaba radicado en Santos.
“El test generalmente es de cinco días, pero él fue aprobado en el primero. El entrenador pidió que lo sacaran de la cancha por miedo a que se lesionara”, afirmó Jorge, un exfutbolista de carrera parca, al portal Globo Esporte.
– Repetir la historia –
En Santos empezó a recorrer el mismo sendero de Pelé y Neymar. Brilló en las categorías menores y debutó como profesional sin haber alcanzado la mayoría de edad, a los 16 años. O Rei había estrenado la casaca blanca a los 15 y ‘Ney’ a los 17.
Kaio fue llamado para vestirse de verdeamarelo cuando apenas comenzaba su rodaje profesional. Guilherme Dalla Déa lo convocó para el Mundial Sub-17 que Brasil albergó y ganó del año pasado.
El jovial atacante fue el goleador de la ‘Canarinha’ con cinco goles, a uno del artillero del certamen, el holandés Sontje Hansen, de las inferiores del Ajax.
Jorge Kaio ahora espera el rival en semifinales de la Libertadores, que saldrá del choque entre los argentinos Boca Juniors y Racing.
Las tres Libertadores ganadas por el ‘Peixe’ (1962, 1963, 2011), hundido en una crisis económica, tienen marcados los nombres Pelé y Neymar. Alzar la cuarta es otro paso hacia el sendero caminado por esos astros.
“En 2011 yo estaba viendo la Libertadores del Santos, viendo a Neymar por la televisión”, contó Kaio tras devorarse a Gremio. “Hoy puedo estar aquí, en Vila Belmiro, ayudando al Santos”.